¡Por el Joker!: Crítica del film de Tod Phillips con Joaquin Phoenix
Photo Credit: Niko Tavernise

Mis amigos y yo tenemos un grupo de WhatsApp que se llama «Por Batman!» Lo creamos para hablar de las novedades del Caballero Oscuro y porque creemos que nuestro superhéroe favorito bien merece que le apoyemos, aunque a veces cueste, mucho.

Cuando Warner Bros. comenzó la promoción de Joker nos dimos cuenta de inmediato de que el film era diferente a todo lo visto hasta ahora. Era realista, crudo, con un Joker distinto, todo rebosaba calidad.

Tras ver el estreno este mismo viernes, salimos del cine con apelativos de «obra maestra», «actuación inmejorable», «¡por el Joker!» Claro que sí!!

Joker, la historia de Arthur Fleck
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Joker, la historia de Arthur Fleck

He leído algunas teorías conspiratorias sobre que esta película no iba sobre el Joker. Antes de seguir con la crítica de Joker, algo que quede claro. El film transcurre en Gotham, va sobre cómo surge el Joker y el protagonista en el futuro es el archiconocido Joker. Más allá de eso se puede pensar lo que quiera, total hay gente que defiende que la Tierra es plana. Todo es posible.

Joker nos traslada a la época de los años 40, aunque con cierto realismo noir que nos evoca principios de los 70, sobre todo si nos basamos en el legendario tema White Room de Cream, que cierra el momento clímax de la película.

Regresando a la historia, Joaquin Phoenix es Arthur Fleck, un hombre con un trastorno mental que le provoca una risa repentina e irrefrenable al sentir miedo, desesperación o nerviosismo.

Arthur trabaja de payaso y en solo 60 segundos vemos que su vida es miserable y que su trastornada psique le impide relaciones sociales normales.

Desde esos 60 segundos en adelante somos testigos de un auténtico descenso a la locura con crítica social. Hablamos de recortes en ayudas de la seguridad social, imposibilidad de tomar medicamentos para su trastorno, abusos físicos, engaños psicológicos, traiciones profesionales e incluso desengaños amorosos.

Claro que, ¿quién no ha pasado por alguno o varios de estos problemas? Quitando los abusos, el resto de situaciones son más corrientes de lo que nos gustaría. Tanto que al final se cansa.

En un momento del film, Fleck confiesa a su atormentada y lunática madre «no he sido feliz ni un minuto en mi puta vida». Pero miente. Se miente a sí mismo e intenta engañar al espectador. Fleck es feliz y cada vez más. Cuando mata. Cuando se quita los problemas. Cuando dejan de molestarle. Cuando se ríe y se da cuenta que no es por su trastorno, es porque la vida le hace gracia. La muerte le parece graciosa. La violencia es para él pura comedia. Y ya no contiene su risa.

Homenaje al cine clásico. Homenaje a Batman
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Homenaje al cine clásico. Homenaje a Batman

El film de Todd Phillips se interpreta de dos formas artísticamente hablando. Una como un auténtico homenaje al cine clásico, más concretamente de los años 40.

Tenemos múltiples referencias a ello, desde films de Charles Chaplin en estreno hasta la tipografía de créditos. Todo destila clasicismo.

Pero también se nota en el aire la oscura capa de Batman. Hay referencias, para quien lo dude y más que directas. Bratt Cullen, por ejemplo, me parece la versión de Thomas Wayne más cruda y realista jamás vista. Un ricachón que llama «payasos» a la sociedad que va a proteger porque, como él dice, es para ellos la única esperanza que tienen.

Magnífica Frances Conroy como Penny Fleck, madre del futuro Joker. Es una interpretación consonante con la locura de que destila Phoenix. Magistral en cada fotograma. Por descontado, secundados por Robert DeNiro, a quien parece que el papel de presentador de televisión Murray Franklin fuera de una profesión que le da el pego. Su actuación, pese a escasa, está a la altura de las expectativas con este hombre.

De Taxi Driver a Joker, la epifanía de Joaquin Phoenix
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De Taxi Driver a Joker, la epifanía de Joaquin Phoenix

Encadenamos precisamente DeNiro con Phoenix por un apunte interesante. Lo cierto es que el film está lleno de referencias cinematográficas y de novela gráfica. Difícil identificarlas todas de una vez.

Pero hay una extremadamente clara y es Taxi Driver. El film de Phillips, como el de Martin Scorsese de 1976, es un auténtico descenso a la locura. El protagonista, Phoenix ahora, DeNiro entonces, se deja llevar por la marea de la cruda realidad hasta que concluye que solo la violencia puede darle alguna oportunidad.

Incluso se produce un homenaje de la famosa escena de DeNiro ante el espejo con el arma, solo que protagonizada por el desquiciado Fleck, sin espejo, con arma cargada y desenlace no deseado.

Pero no nos debemos equivocar. Una cómica escena (no hay pocas, pero sí camufladas), solo adorna un crudo thriller psicológico con tintes dramáticos, en el que Phoenix alcanza su mayor estatus como actor.

Voy a ser muy claro. Llevábamos 15 minutos de película. El actor había sido vapuleado, criticado, chillado, maltratado y todo ello bajo registros imposibles en una interpretación. Le dije a mi amigo Iván que parasen la película. Ya era suficiente. ¡No podía verlo sufrir más! Quería que le dieran ya el Oscar, merecidísimo. Se lo merece. Que deje de esforzarse. Pero siguió.

Joker dura 2 horas y 2 minutos. Termina la película y dices que por qué solo han puesto los 2 minutos. ¿Dónde están las 2 horas restantes? Pasan volando, porque Phoenix llena cada plano de tal manera, que el tiempo se detiene, pero el metraje sigue.

Fotografía, música y acción
Photo Credit: Niko Tavernise

Fotografía, música y acción

Pero lo cierto es que muchos han tildado de «lento» el ritmo de la película. Claro, comparado con Avengers o con Mad Max, ciertamente Joker no es lento, sino un nuevo sistema de medición horaria en el que los segundos pasan como horas.

Pero daros cuenta de algo. Con planos tan lentos y largos, aún así es imposible literalmente ver todos los detalles. La fotografía es tan exquisita, tan profunda, tan rica en detalles, que por sí misma es una obra de arte.

Si de Joker sacan un libro artístico, veremos el film fotograma a fotograma. Impecable la fotografía, como el vestuario, decorado, narración… ¡Qué narración! Joker está escrita por Todd Phillips y Scott Silver.

Phillips me gusta como escritor de guiones. Es capaz de impregnar ritmo como en Road Trip y Resacón 2, pero al mismo tiempo profundidad a los personajes.

Pero sin duda Scott Silver ha sido quien ha sabido aplicar el crudo realismo. Con guiones como The Fighter, 8 millas y otros thrillers realistas, está claro que Silver y Phillips crean la combinación perfecta. Si quieres un film crudo, duro y difícil, claro está.

Todo ello enredado en la inquietante banda sonora de Hildur Guðnadóttir. La islandesa evoca un estilo único con la mezcla de música electrónica y violonchelo, que en el film deja como eterno protagonista del pensamiento de Joker.

Porque cada vez que el violonchelo se tensa, lo hace el corazón de Fleck y por eso te sientes incómodo en el sillón. Porque sí, cuando recibe el abroncamiento en el lugar de trabajo por algo que no es irresponsabilidad suya sabes que has estado en su lugar, sabe cómo de estrepitoso suena el violonchelo en tu interior y, sí, también reaccionarías como lo hace ¡o puede que peor! Recordemos que no era Joker aún.

Oda a la violencia ¡por Joker!

Oda a la violencia ¡por Joker!

Y llegamos así a la violencia que dicen que desata Joker por ir a verla. Para empezar, esto es completamente falso. El problema es que lo presentan como antihéroe cuando luego se convierte en psicópata, pero ¡ah, amigos/as de Estrenos Cinema! ¿Algún asesino en serie no es maltratado en su infancia, acosado de niño o vapuleado de adulto? No justifica su comportamiento, cierto, pero sí que hay que pensar que quizás una mente pueda no soportar tal cantidad de atropellos, hasta que estalla en mil carcajadas, al tiempo que revienta la cara de su compañero por traidor ante la pasmada reacción de su amigo enano. Atención a la escena, digna del mejor Tarantino y para muchos la mejor del film.

No, Joker no incita a la violencia. Lo hace la sociedad que retrata. El Gobierno que niega unos medicamentos a un enfermo. La madre que permite abusos a su hijo. El compañero de trabajo que te tira a los cocodrilos por mantener su puesto. Los jóvenes que te apalizan, por pasar el día.

Joker sucumbe a la violencia y, lo que realmente es chocante es su felicidad. Phoenix transmite en su carcajada emociones dispares, contrapuestas, desgarradoras, al mismo tiempo que si es feliz su personaje, lo sabe interpretar al detalle. Bailando mientras baja unas escaleras (ojo a la comparativa evolutiva de la vida en las escaleras, difícil y cuesta arriba al principio, deslizante, colorida y alegre al final); inquietado cuando se encuentra en Arkham; seguro cuando el caos se desata; nervioso en un monólogo, pero confiado rodeado de delincuentes. Ahí, justo ahí, nace Joker. Nace el villano.

Por todo ello e infinitas cosas más que no es posible describir digitalmente, es imprescindible que veas Joker. Porque es diferente a todo lo que has visto hasta ahora. Porque es el villano que Batman se merece realmente. Por las críticas infundadas recibidas. Por ser capaz con un solo personaje de eclipsar todo el género de los superhéroes. Y, claro está ¡por Joker!

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