Ediciones Maeva nos presenta la novela de Emily Barr, Extraños en el tren nocturno. Los más cinéfilos quizás recordéis que este nombre es parecido al título de una de las películas más populares y admiradas del extraordinario Alfred Hitchcock, Extraños en un tren, en la cual el genial director aborda dos de sus frecuente temas: el estudio de la parte maligna del ciudadano modelo y la figura del posible falso culpable. Basado en la primera novela de Patricia Highsmith, Hitchcock construye con su habitual precisión narrativa una verdadera joya del cine, con un espectacular trabajo de dirección del maestro con particular énfasis de los pequeños detalles que atrapen e ilustren al espectador en la intriga contemplada en situaciones inolvidables.
Lo que Emily Barr nos propone en esta novela es lo siguiente: Lara Finch vive una mentira. Todo el mundo asume que es feliz en Cornualles, al lado del tranquilo Sam, pero en realidad está desencantada, por lo que acepta sin dudar un trabajo en Londres, ya que representa pasar cinco días fuera de su casa. Durante sus viajes semanales conoce a Guy, con quien inicia un romance secreto. Un viernes, de regreso a Cornualles, Lara desaparece sin dejar rastro, y la Policía sospecha que ha sido asesinada y que han arrojado su cuerpo desde el tren. Iris, una amiga de Lara, no está convencida de que esta sea la verdad y empieza a investigar por su cuenta. Pronto descubrirá algunos hechos más que sorprendentes en el pasado de Lara, lo que supone el principio de un viaje que la llevará más lejos de lo que nunca había pensado.
Emily Barr estudió Historia del arte y en 1994 fue galardonada con el premio Guardian Student Journalist of the Year. Trabajó como periodista durante algunos años para The Guardian, pero se dio cuenta que esa no era su verdadera carrera; así que un día, en un impulso, le pidió al editor de la sección «Viajes» si podría irse a viajar con una mochila y escribir una columna al respecto. Para su sorpresa, le dijo que sí. Hizo la maleta y empezó a viajar y a escribir. Durante seis meses recorrió Asia, África, América, Europa y Australia. Y durante su estancia en China conoció a su marido.
Se dedicó a la escritura de columnas sobre sus viajes durante un año (para The Guardian y para el dominical Observer) y al regresar tenía la idea de escribir una novela sobre los mochileros en Asia: así nació su primera novela, Backpack, ganadora del WH Smith New Talent. Después de esto ha publicado once novelas más, la más reciente Extraños en el tren nocturno.
Actualmente vive en Cornualles con su esposo y sus tres hijos; después de haber vivido en Francia durante cinco años. Está trabajando en su próxima novela, la decimotercera, que se desarrollará en el Ártico.