La muerte os sienta tan bien es un film de 1992, por lo que en él se encontrarán los principales ingredientes del cine de fantasía de los 90. Estamos ante una mezcla de lujo y glamour junto con rayos rosas salidos de recipientes imposibles y cierta base de color en la fotografía, como toda la alegre y positiva década se esforzaba por transmitir.
Con todo, La muerte os sienta tan bien sigue pareciendo a día de hoy una pequeña obra de teatro, pese a que fue revolucionaria en cuanto a efectos especiales (de hecho, ganó el Oscar por ellos). Sus apenas 2 escenarios, la casa del matrimonio y el castillo de los inmortales y una casi monopolización de los diálogos por los tres protagonistas (Bruce Willis, Meryl Streep y Goldie Hawn) perfectamente podrían trasladarse encima de unos escenarios con público.
La historia es la de Ernest Menville (Willis) y Helen Sharp (Hawn), una pareja que termina rompiendo porque Ernest se casa con una amiga de su novia, la actriz Madeline Ashton (Streep). Las consecuencias desencadenadas por esta traición son la de un descuido total por su cuerpo de la novia despechada y un matrimonio de 7 años caído en depresión, alcoholismo y aventuras por parte de los «enamorados».
Con el fin de no perder nunca la juventud y ante una rival que milagrosamente está más guapa que nunca, Madeline acude al castillo de una misteriosa mujer que le ofrece una poción con la que ser joven y hermosa para siempre.
El film es uno de los mejores ejemplos de humor negro que Hollywood, de la mano de Robert Zemeckis, nos ha podido ofrecer. Los personajes son algo exagerados, destacando el ingenuo marido que interpreta maravillosamente Willis o la egocéntrica esposa que le valió de numerosos reconocimientos a Meryl Streep.
Como hemos comentado, también fue uno de los films que presentaba mejores efectos especiales, así como también mayor cantidad de los mismos en un mismo metraje, lo que dificultó en parte el rodaje de muchas escenas.
A pesar de todo, La muerte os sienta tan bien es un film que ha envejecido de forma fantástica, manteniendo todo su humor intacto y siendo perdonado en sus pequeños defectos al tratarse de una historia tan simpática, pese a que su base podría considerarse algo morbosa, con las temáticas de vida eterna, resurrección y pociones mágicas. Un film imprescindible para nostálgicos y seguidores de las comedias íntimas.
Fotografía: Death Becomes Her en Facebook