Antes de comenzar a hablar de Machete Kills es preciso poner en antecedente a los espectadores/lectores que no sepan de qué va esta saga. Los fans quizás prefieran saltarse esta explicación. Machete se presentó como un tráiler ficticio dentro del proyecto doble de Quentin Tarantino y Robert Rodriguez Grindhouse, como homenaje a los films de acción de serie B en los años 70 y 80. La expectación por el inexistente film propició su posterior desarrollo con un gran impacto en taquilla. Machete Kills es su segunda entrega.
Ahora sí, vamos con la crítica de Machete Kills. Machete (Danny Trejo) aparece en esta segunda parte como un defensor de México junto a su compañera (Jessica Alba), pero un intercambio de armas sale extremadamente mal y es apresado por federales. Ya en la horca y aún así sin morir, Machete es llamado a la acción por el Presidente de los Estados Unidos (nada menos que Charlie Seen). Al parecer no sólo México está en peligro, sino el mundo entero ve amenazada su existencia por el lanzamiento de misiles entre varios países, uno de ellos México. Machete es el único que puede salvarnos, así que es infiltrado entre el enemigo para recuperar el misil y eliminar la amenaza.
Este es el principio de un enrevesado argumento que, como sucediera con grandes éxitos de acción de serie B de antaño, se complica conforme pasan las escenas hasta convertirse en una lucha intergaláctica sin sentido.
Machete Kills es una sucesión de personajes como Mel Gibson, Antonio Banderas, Cuba Gooding Jr., Lady Gaga, Michelle Rodriguez y un largo etcétera en escenas surrealistas en las que Machete tiene que salvar la situación a base, pues eso, de machetes o cualquier arma que tenga a su alcance. En esta segunda entrega tenemos curiosamente menos violencia que en la original, aunque un mayor despliegue de enemigos, desde soldados hasta clones, del mismo modo que armas, pues veremos aparte de machetes espadas de samurái, metralletas, navajas, lanzallamas y pistolas láser.
El film pierde la poca credibilidad que destilaba la primera parte y su argumento no convence, pese a que estamos ante algo que ya sabíamos que iba a ser, cuanto menos, escandalosamente extremista.
A pesar de todo, Machete Kills no traiciona su esencia y, del mismo modo que sucedió con algunas secuelas de acción hace décadas, ésta sobrepasa sus propios límites y la anunciada tercera entrega dentro del propio film, se vuelve cada vez más insostenible. Tendremos probablemente una historia de serie B más cuyo argumento no es terminado.
Danny Trejo nos brinda una interpretación inmejorable de un Machete que sólo podría ser personificado por él. Los tándems con Mel Gibson y Demian Bichir son de lo mejorcito, con un equilibrio entre personajes perfecto y una conexión patente en cada toma. En el otro extremo tenemos a Lady Gaga o Antonio Banderas, quienes curiosamente hacen el mismo papel, pero cuya historia se antoja prescindible y mal interpretada, quizás por la propia ambigüedad del personaje.
El resto de actores cumple su papel pero la losa de Machete Kills es, sin duda, el argumento. Una simplicidad en la trama habría sido más efectivo para continuar el gran legado que Machete ha iniciado y, al parecer, no tendrá continuación. Por mucho que la película se empeñe en mostrar lo contrario.
Fotografías: Machete Kills en Facebook