Si hiciéramos una encuesta sobre quién podría ser el tío más duro de principios de siglo XXI, probablemente Jason Statham ganaría por mayoría. Pero en la propuesta de Homefront (El Protector), con guión de Sylvester Stallone y dirigida por Gary Fleder, parece que los pueblerinos locales no perciben esa cara de mala leche que sólo Statham es capaz de transmitir.
La historia de Homefront (El Protector) nos presenta a Broker como un agente infiltrado de la DEA que, tras una aparatosa misión contra unos moteros narcotraficantes en el centro de la ciudad y al haber fallecido recientemente su esposa, decide mudarse a un placentero rancho de pueblo con su pequeña hija.
Los conflictos con gente del pueblo no tardan en sucederse e, inevitablemente, el mafioso local toma el asunto por su mano, más aún cuando su hermana se implica hasta el fondo contra este enigmático forastero.
Realmente Stallone no nos hace sufrir ni un solo instante. Padre de familia y amante de los gatos como se ha mostrado anteriormente, ni animales ni protagonistas parecen estar nunca en peligro en una historia en la que el personaje de Statham es poco menos que invencible. Claro está que el equilibrio mostrado es realista, dado que él es agente de la DEA y el resto de enemigos simples granjeros que juegan con la química de las drogas.
Ni siquiera la aparición de los motoristas del inicio del film parece hacer temblar el pulso a Statham, que nos transmite un papel al mismo tiempo cariñoso como padre y rudo como rival. Los secundarios ayudan a que el conjunto tenga un reconocido buen acabado con James Franco como cabecilla local, Winona Ryder como una histérica lugarteniente o el mítico Clancy Brown como un sheriff de dudosa moralidad.
Homefront (El Protector) se basa en la novela de Chuck Logan, si bien la adaptación de Stallone aporta ritmo y acción a suficiente buen ritmo como para que el espectador no se aburra ni un instante. La película además carece de violencia sangrienta o de un lenguaje malsonante más allá de lo esperado, dejando primar la moralidad del buen ejemplo sobre los más pequeños y el destino incierto de aquellos que tantean el delito.
Con unas sutiles pinceladas de thriller y acción a ritmos pausados, Homefront (El Protector) se presenta como una buena apuesta para pasar un rato entretenido, disfrutando con las llaves y chulerías de Statham contra sus conciudadanos menos espabilados y con alguna que otra sorpresa en forma de tiroteo o persecución, que aumenta moderadamente la nota final.