Warner Bros. Pictures nos ha hecho llegar esta entrevista realizada a la actriz Emily Blunt, quien interpreta el personaje de Rita Vrataski en Al filo del mañana. Esta película de ciencia ficción que se estrena el 30 de Mayo, se desarrolla en un futuro no muy lejano en el cual una raza de extraterrestres, llamada Mímicos, parecidos a una colmena, ataca el planeta Tierra en un asalto implacable, devastando las grandes ciudades hasta convertirlas en escombros y dejando millones de victimas tras de sí. Ningún ejército del mundo iguala la velocidad, brutalidad o la aparente capacidad premonitoria de sus luchadores Mímicos armados o de sus comandantes telepáticos. Pero ahora los ejércitos del mundo han unido sus fuerzas, para preparar una última ofensiva contra la horda de extraterrestres. No habrá una segunda oportunidad.
PREGUNTA: ¿Por qué quisiste participar en Al filo del mañana y qué fue lo que te llamo la atención de la película?
EMILY BLUNT: Bueno, fueron dos cosas: Tom Cruise y Doug Liman; pensé que era una combinación épica. He admirado el trabajo de Doug durante tanto tiempo, y creo ha conseguido hacerse un hueco en el género, lo que me atrae bastante, sobre todo cuando se trata de una película de ciencia ficción. Y en cuanto a Tom… no hay nadie mejor que Tom Cruise [risas], así que, en mi primera incursión en el mundo de la acción, ha estado genial tenerle como guía y punto de apoyo, porque esta película y este tipo de papel son algo nuevo para mí.
La historia me encantó, creo que es la historia de amor más atípica con la que me he encontrado, si es que se la puede catalogar como tal. La idea de interpretar este papel me sedujo, porque es el papel de una tipa dura, letal y bloqueada emocionalmente; fue sensacional interpretar a alguien que puede ser la persona más ruda con la que me he topado.
¿Qué puedes contarnos de Rita y qué características de este personaje son las que más has disfrutado?
EB: Mi personaje es un arma letal, porque, al igual que el personaje de Tom, también adquirió la habilidad de retroceder en el tiempo y volver al momento en que comienza la historia. Ahora ya no, pero tuvo ese poder en su momento, por lo que se ha convertido en un arma de batalla con años y años de experiencia, más que nadie, solo porque tuvo esa habilidad.
Creo que se ha fortalecido mucho con el proceso de tener que revivir cada batalla; ha perdido a todas las personas que le importaban, y probablemente ha tenido que pasar por esta situación una y otra vez, lo que ha provocado que esté bloqueada emocionalmente en muchos aspectos. Cuando alguien quiere tener algún tipo de relación o amistad con ella, es bastante inaccesible, pues es una persona que ha vivido en las trincheras durante mucho tiempo y ha visto cómo sucedían cosas terribles.
En el transcurso del encuentro y la batalla con el ejército alienígena, Bill Cage, el personaje de Tom Cruise, adquiere esa habilidad de volver atrás en el tiempo. ¿Cómo surge y cómo cambia su relación con Rita cuando se encuentran por primera vez cada día después de que éste retroceda en el tiempo y se embarquen juntos de nuevo en esa odisea?
EB: Pues es extraño para Rita, porque probablemente él la conozca desde hace miles de días y, sin embargo, para ella es como si le hubiera conocido esa misma mañana. Creo que es una situación chocante para cualquiera, porque no estás seguro de lo que pasó el día anterior, pero sabes que la otra persona te conoce mucho mejor de lo que la conoces tú, así que, cuando Rita se encuentra con Bill por primera vez, ambos están en la misma situación, pero, a medida que su relación progresa, Rita percibe cierta confianza en la manera en que Bill la trata, aunque nota algo extraño. Es una situación bastante interesante para el personaje, pero ella sabe que es lo mejor si quieren ganar la guerra, así que intenta que Bill utilice su habilidad de la mejor manera posible.
Esa es la misión, en realidad, porque Rita solo tiene una cosa en mente, mientras que Bill, aunque también tiene el mismo objetivo, se está enamorando de ella y puede sentir cómo la relación crece y se crea un lazo entre ellos, algo de lo que Rita no se da cuenta.
¿Qué crees que aporta Tom a la película y cómo ha sido la experiencia de trabajar con él?
EB: Tom Cruise es una de las mejores personas que puedes conocer; es generoso, muy divertido y, en definitiva, genial. Encontrábamos la manera de echarnos unas risas a pesar del dolor que teníamos que soportar, porque es muy duro llevar puestos esos trajes tan pesados. Creo que la única manera que teníamos de sobrellevarlo era siendo optimistas y sintiéndonos afortunados de formar parte de esta experiencia, porque es una película extraordinaria y ha sido extraordinario poder participar en ella.
Tom estuvo genial conmigo, porque tiene un entusiasmo sin límites a pesar de que fue muy duro, pero él nunca se viene abajo, lo que es todo un logro teniendo en cuenta que rodamos en noviembre, a la intemperie, en medio de la lluvia y con un traje que pesa casi cuarenta kilos. Pero él siempre mantenía el optimismo, y eso es admirable.
Nos llevamos muy bien; me cuidó mucho y se preocupó de que me encontrara bien. Tiene un equipo de personas con las que trabaja, y siempre había un masajista quiropráctico en el plató y un médico. Creo que la experiencia que ha adquirido en este tipo de películas le ha hecho darse cuenta de que en cualquier momento las cosas se pueden torcer.
El rodaje de las escenas con Tom fue emocionante, porque algunos de los papeles que más me gustan de él, y creo que este es uno de ellos, son en los que interpreta a alguien con una misión que se le va de las manos. Su papel es muy gracioso, no hace las partes en las que hay más acción, sino que interpreta a un tipo al que le aterroriza la sangre y, sin embargo, tiene que asumir el papel de salvador del mundo, así que es muy divertido, y él lo borda.
Sé que el argumento de la película es muy serio, pero tú tienes un toque cómico y Tom es muy gracioso también. ¿Ha habido momentos divertidos durante el rodaje?
EB: ¡Muchos! Porque el argumento suena muy sobrio, y el primer tráiler que salió es muy serio, pero el tono de esta película es diferente, por eso Doug es increíble. La película tiene un toque divertido porque el riesgo es muy alto y los toques de humor que han salido son verdaderamente divertidos. Realmente te identificas con un tipo que al principio no sirve para nada y que no podría luchar ni aunque su vida dependiese de ello. No sabe lo que hace, y consigue que te solidarices con él a medida que revive un día infernal una y otra vez; sientes compasión por él y eso es lo gracioso, reírte de lo mal que lo pasa. [Risas] Es así, lo divertido es reírte de su sufrimiento.
¿Puedes contarnos cómo fue tu entrenamiento para el papel, especialmente cuando haces tantas escenas de batalla y tienes que llevar esos trajes?
EB: Bueno, antes de que la película empezara tuve un periodo de entrenamiento de tres meses, básicamente. Pasé dos meses en Los Ángeles con mi entrenador, Jason Walsh, y lo repasamos todo. El Krav Magá es un arte marcial letal procedente de Israel en el que todo vale para aniquilar a alguien lo más rápido posible, incluidos los dientes; me sirvió para desatar la agresividad, y creo que así fue, porque aprendí a dar rodillazos a alguien repetidamente. Esto lo aprendí en Los Ángeles, antes del rodaje.
Luego hice gimnasia, yoga, entrenamiento con pesas, atletismo y cosas así, relacionadas con la resistencia. Hice gran parte del entrenamiento con un chaleco de peso para probar cómo sería correr con peso extra, pero creo que el chaleco de peso no le hace justicia al traje, porque cuando me puse el traje que llevo en la película, casi me echo a llorar. Ponerte tanto peso encima e intentar moverte y que parezca que sirve para ayudar al personaje, es decir, lo contrario a la realidad, es algo a lo que no te puedes acostumbrar. Se supone que no te entorpece, sino que ayuda a que el personaje pueda pelear duro, más fuerte, rápido y todo eso.
Después de eso, entrené para las escenas con un doble durante un mes. El estilo de lucha de la película se desarrolla casi siempre en el aire, así que tuve que aprender a trabajar con los cables para los efectos especiales, cosa que no había hecho antes. Había días en los que no podía más, por supuesto, pero al final resultaba emocionante ver cómo cada día progresas y aprendes nuevos movimientos. Cuando tu doble de rodaje te enseña lo que tienes que hacer y luego te dice «Venga, ahora inténtalo tú», piensas «Ni de coña, ¿va en serio? No lo voy a conseguir nunca». Y al final resulta que lo consigues.
Tuvimos que entrenar mucho para las escenas de lucha, sobre todo para la de la playa, con todo el tema de los cables, porque era una escena muy complicada y como se rodaba en el exterior con la arena y había explosiones resultaba muy difícil correr y moverse. Creo que eso fue lo que más tiempo me llevó, tener que aprender todo el tema de los cables para los movimientos de lucha.
No puedo ni imaginarme cómo fuiste capaz de moverte con ese traje.
EB: [Risas] Fue una locura, pero nos acostumbramos a los trajes, supongo que tu cuerpo se adapta. No estoy segura, pero creo que no habría sido tan real si luego se hubieran añadido los trajes con efectos especiales. Imagino que se nota cuando algo está creado por ordenador y eso impide que te centres en lo que sucede; todo parece tan real porque lo estábamos haciendo de verdad, no está creado por ordenador.
¿Cómo ha sido trabajar con el director Doug Liman?
EB: Soy la mayor fan de Doug, me encanta como persona y es uno de los directores más apasionantes, sobre todo a la hora de trabajar con otros actores, porque es muy espontáneo. Es muy intuitivo con las emociones humanas y con todo lo que necesitan los actores. Su manera de dirigir es muy inteligente y sensata, y siempre proyecta las escenas de una manera diferente, no como se ve en otras películas; creo que, a veces, los directores han visto demasiadas películas, pero ese no es el caso de Doug. Siempre encuentra algo peculiar e interesante para cada instante y trabajar con él en una película de ciencia ficción de semejante calibre ha sido genial porque ha demostrado que hace un trabajo muy humano. Daría lo que fuera por trabajar con Doug otra vez porque es imposible que no te llegue su espontaneidad; es lo más emocionante de trabajar con él.
¿Pudiste imaginarte cómo sería la presencia alienígena que se crearía para la película mediante efectos especiales con sus explicaciones?
EB: Sí, porque es muy bueno y fue directamente al grano. Doug no tiene ningún pudor, y en ocasiones hacía de alienígena para mí; yo intentaba no reírme, porque se metía demasiado en el papel, pero sí, a veces venía corriendo hacia mí, gritando, y cosas así. {Risas}
PREGUNTA: ¿Estabas ahí cuando tuvieron que cerrar Trafalgar Square para rodar la escena de aterrizaje de un helicóptero?
EB: No, porque no salgo en esa escena, pero he visto imágenes del rodaje y ese comienzo es excepcional, me parece increíble. Hace que me sienta orgullosa de ser de Londres. ¡Madre mía, es mi ciudad! Fue genial.
Como has trabajado en esta película y has vivido la experiencia, me preguntaba si nos podrías contar algo acerca de las ideas y los temas que se desarrollan en la misma.
EB: Creo que la historia habla principalmente de la perseverancia y también de lo que es capaz el ser humano cuando tiene un objetivo y se encuentra en una situación que le sobrepasa. El personaje de Tom simboliza eso, cómo se ponen a prueba la lucha y la voluntad humana y al final se sale victorioso de los desafíos que se plantean. Es un mensaje muy bueno para transmitir ese sentimiento de perseverancia.
¿Hay algo más de toda esta experiencia y de la película que te resultara memorable?
EB: El hecho de que esta sea la película de mayor calibre en la que he intervenido es como un regalo para mí. Es algo sobrecogedor: la magnitud y los platós en los que trabajábamos cada día. También es el proyecto más colaborativo del que he formado parte. Me involucré mucho y participé junto a Doug y Tom en el proceso creativo con los productores y los guionistas, y realmente lo agradezco, porque tuvieron en cuenta mi opinión y he aprendido mucho. A veces, ser la única chica entre tantos chicos, lo que suele ser habitual en este tipo de películas, puede suponer un reto, pero me trataron genial y apoyaron mis ideas, propuestas o cualquier cosa que pudiera ofrecer. Fue maravilloso formar parte de algo así, algo tan grande pero a la vez tan íntimo y colaborativo.