Mi colega Juan Luis me recomedó Expediente Warren: The Conjuring como la mejor película de terror del año. Y mi colega sabe lo que me gusta, sabe qué se puede esperar de la nueva Robocop o por qué los Gremlins sigue siendo una película insuperable. Así que le hice caso y me dispuse a ver el film exigiendo el máximo.
Estamos hablando de un film que va a enfrentarse a títulos como Insidious o Posesión Infernal… y no los supera, vamos a ser sinceros.
Y es una profunda decepción porque posee uno de los mejores inicios, muy por encima de las dos mencionadas, por lo que prometían mucho, pero el metraje va a menos conforme se suceden los minutos y las secuencias.
El planteamiento es bueno, una familia en medio de un bosque con un montón de frágiles niñas, con un padre camionero que podría ausentarse mucho tiempo y escudados por una pareja de cazafantasmas totalmente original.
Quizás sea el hecho de estar basada en hechos reales la convierte en una película demasiado creíble por un lado y más ficticia de lo que estamos acostumbrados a un mismo tiempo. El director James Wan la clavó con Saw y nos aterrorizó con Insidious, pero en esta ocasión nos enseña locuras como el fantasma de una mujer desfigurado rollo asiático que posteriormente no es vuelto a ver o escenas de cosas que se rompen, personas que son lanzadas contra puertas o arrastradas por el suelo, con unos efectos especiales bastante deporables.
Los principales defectos de Expediente Warren: The Conjuring están en su propia historia. ¿Por qué los expertos en espíritus se asustan casi más que las víctimas? ¿Qué sentido tiene que se nombre la posible ausencia del padre durante muchos días si sólo se aprovecha una noche sin su figura para asustar un poco a las niñas?
Lo que más fastidia de todo es el gran potencial que tiene el film, ya que el entorno, la fotografía y el montaje son muy buenos, de lo mejorcito en el género de terror y, más concretamente en el de espíritus y fantasmas. La adaptación de la época de finales del siglo XX es perfecta, la casa en medio de un terreno boscoso da miedo ¡es verdad! Pero no se aprovecha, lo mismo hubiera dado que se tratase de un piso en el centro de Nueva York.
Una buena prueba de ello es que todo lo relacionado con la muñeca poseída, secundaria en el argumento principal, es más terrorífico que las casi 2 horas que dura el resto de acontecimientos. De hecho, tan patente ha quedado esta situación que la muñeca tendrá papel protagonista en una próxima película, que todavía no se sabe si será secuela o precuela.
En mi opinión es la elección de Chad Hayes y Carey Hayes como guionistas el principal problema de esta película. Mientras que James Wan es un más que sobresaliente escritor de los títulos mencionados, los Hayes son conocidos por La casa de cera, La cosecha o Whiteout, todas ellas flojas entre otras cosas a nivel narrativo.
Si Expediente Warren: The Conjuring centrara la historia en los sentimientos de las víctimas como en Insidious y creara un terror psicológico brutal o en unos demonios realmente espeluznantes como Posesión Infernal, seguro que el bueno de Wan habría podido hacer algo grande con artistas como Vera Farmiga, Patrick Wilson, Lili Taylor o Ron Livingston. Quizás en la próxima entrega…
No obstante la película se deja ver, crea entornos de terror como los inicios de intento de posesión y tiene importantes sustos, destacando las noches en el cuarto de las niñas o lo sucedido en casa de los Warren (los investigadores).
Fuente imágenes: The Conjuring en Facebook
Una reseña genial, a mí particularmente la película me gustó, pero estoy de acuerdo en que podría haber ofrecido mucho más. A ver esa segunda parte qué tal sale.