Tras un frustradísimo intento de recuperar la historia cronológica de Superman, Zack Snyder y Christopher Nolan se encargan de reiniciar la saga con El Hombre de Acero, un film que fusiona las dos primeras películas de Superman protagonizadas por Christopher Reeve y las actualiza a un estilo más Los Vengadores y Batman Begins, para crear finalmente un film épico, pero sin magia, serio, pero sin inocencia… ¿bueno?
Una frase de nuestra compañera Alicia mientras visionábamos la película resume perfectamente lo que hace sentir este Hombre de Acero. En la película, igual que sucediese en Superman II, el General Zod y sus esbirros son detenidos y enviados a la zona fantasma. En esta ocasión en una especie de ataúdes como los egipcios, sólo que de una tecnología abrumadora y unos efectos especiales de cristalización increíbles. Ante esta escena, Alicia comentaba:
“Pues molaba más la original cuando se les metía en el cristal fino, se les veía las caras, la agonía…”
No es que ella sea una amante de lo sádico (que lo es), sino que tiene toda la razón. Esa inocencia de lo más básico, independientemente del realismo científico o social que pueda reflejarse, es lo que añadía magia a los films. Se pierde en esta nueva versión aquella fantasía de finales de siglo XX y se torna todo más frío, más estilizado, donde se cuidan hasta las gotas de sangre de las heridas. Es como ver un videojuego con los mejores gráficos, pero añorando la jugabilidad de Super Mario Bros.
No nos gustaría que se confundiera esta crítica con una reseña negativa. En la puntuación podéis comprobar que es brillante el film, sólo queremos dejar claro que al contrario que otros reboots, éste no supera a la saga original en ciertos aspectos puramente narrativos.
No obstante, a nivel de efectos especiales es impecable, mientras que en diálogos está bastante más avanzado que otros títulos del mismo género. La banda sonora, por mucho que nos guste Hans Zimmer no es, ni de lejos el épico tema de John Williams.
Por otro lado, ningún personaje aporta originalidad. Clark Kent no sorprende, es Christopher Reeve actualizado. Jonathan Kent es un Kevin Costner algo más original en su papel, pero muy dejado en segundo plano. Lois Lane y el general Zod son los dos papeles curiosamente mejor explotados del film, con personalidades muy cuidadas y realmente originales, pese a estar basadas en personajes ya creados previamente.
Es como ver un videojuego con los mejores gráficos, pero añorando la jugabilidad de Super Mario Bros
A nosotros, como siempre, nos gusta lo que muchos han criticado. El desastre de acción de la última hora de película (sí, última hora, dura un montón). Cuantos más golpes, disparos y destrucción haya más nos gusta. Sin embargo, ¿por qué Superman permanece impasible? Ni siente ni padece ante la destrucción a su alrededor. El film Superman muestra cómo el superhéroe se las ingenia como puede para evitar el accidente de un helicóptero. Aquí se arrasa una ciudad y el protagonista grita de dolor ético al final de la batalla porque no termina como él hubiese querido. ¿Y qué hay de las miles de muertes ocasionadas con la destrucción? Una toma en la que el Hombre de Acero ayudase a reconstruir la ciudad hubiera bastado para dotarle de humanidad, esa que tanto se le defiende a lo largo del film.
Con uso de flashbacks se narra la experiencia infantil, juvenil y adulta de un Clark Kent oculto a la sociedad, humillado y retraído durante toda la vida. ¿Es lógica la escena de su padre en medio de un huracán? Posiblemente, pero no deja de ser un mero truco narrativo, el ataque al corazón es mucho más plausible y deja en situación más frágil al héroe, que puede volar entre planetas, pero no evitar un infarto de otra persona.
En general, la historia de El Hombre de Acero es notable. Gracias a los responsables por (por fin) mostrarnos Krypton de una forma fiable, explicarnos su origen y destrucción, lo esperábamos durante años. El regreso de Zod y su ejército a la Tierra verdaderamente es una historia que merece ser contada, pero si la pelea final entre rascacielos es brillante, ¿por qué el combate a tres bandas transmite un sucedáneo de la batalla (también fallida) de Thor en un escenario similar y un abuso de efectos especiales innecesario?
Y lo que siempre me planteo cuando veo una película de superhéroes desde que ya vi Los Vengadores…
¿Por qué me da la impresión de que Hulk terminaría el asunto en menos de cinco minutos?
Fuente imágenes: El Hombre de Acero en Facebook