Aunque su objetivo no era ni mucho menos el humor, Guerra Mudial Z tiene algunas perlas dignas de franquicias como Agárralo como puedas o Scary Movie. Ahí van las mejores:
1. Silencioso como un ninja
Brad Pitt anima a sus hijas a subir por las escaleras de un edificio hasta llegar a la azotea, de forma tan “silenciosa como un ninja”. Lo cierto es que dicho esto un tropiezo provoca un pequeño ruido, que despierta a todos los zombies del edificio, que gritan en su busca, la familia pega alaridos mientras sube los pisos cual elefante dentro de una cacharrería… como un ninja!!
2. El último recurso
En un centro de investigación, Brad Pitt, un científico y una militar reciben armas para enfrentarse a los zombies. Entre ellas hay un hacha, un bate de béisbol, una palanca y, finalmente, una pistola que advierten debe ser el último recurso porque hace mucho ruido. Nada más salir el primer zombie la militar le dispara en la cara. ¡¡Como último recurso!! A la chica sólo le faltó decir ¡Eh, un zombie, toma esa! Como si fuese una partida de paintball. Claro, el resto de zombies corrieron atraídos por el sonido.
3. Zombie andrógino
¿Es un hombre? ¿Es una mujer? En realidad es un zombie con cara desquiciada, ciertas prótesis en el maquillaje y unos movimientos propios de asistentes a discotecas hardcore, que sólo tras la revelación de que es una hembra los espectadores podemos saber qué se nos aparecerá en nuestras pesadillas. No había otro muerto viviente que utilizar entre los miles de utilizados en la película y escogen al más raro y feo de toda la plantilla.
4. Zombie alien
Hacia el final de la película los zombies mascan el aire. De hecho el último enfrentamiento contra uno de ellos es todo un homenaje a Alien, con una mandíbula a prueba de latas y unos suspiros con la boca abierta con los que no dudarías ni un momento de que va a salir una pequeña boca de dentro como el típico xenomorfo.
5. No hagáis ruido
Esta es la mejor. Para evitar llamar la atención de los zombies, el científico, la militar y el héroe, Brad Pitt, se adentran por unas salas médicas lo más sigilosamente posible. Bueno, a excepción del golpe que se da el científico, de los cristales que pisan todos, del bote que patea el científico, de la puerta que abre el científico, de la misma puerta que intenta abrir de nuevo el científico y de la mismísima puerta que, por tercera vez, intenta abrir el científico. ¡Si sólo le faltó ponerse a romper pompas de un papel de plástico!
Fuente memes: CuantoCabrón