Entrevista a Regina Roman (QuiérOme mucho)

Ediciones Versátil nos permite transcribir la entrevista que realizó a Regina Roman, autora de QuiérOme mucho:

Acaba la frase:
El motor de mi vida es… la gente a la que quiero.
Nunca perdonaría… la traición injustificada de un amigo.
Y sin embargo… he perdonado la infidelidad de una pareja. Debe ser que me duele menos.
Tu casa se incendia. Tienes que huir. Tienes 3 segundos para salvar… a mi perrita Lula. Y si ella ya se ha salvado por su cuenta, el disco duro donde tengo todas mis novelas.
De la situación más dura de mi vida aprendí… que el ave Fénix existe de verdad.
Me vuelve loca… mi chico cuando me mira con esos ojos azules.
Leer es para mí… parte de mi día, como respirar.
Cuando escribo siento… que merece la pena haber venido a vivir esta experiencia sensorial que es ser humano.
Sin sentido del humor no hubiera podido… llegar al día de hoy.
Defínete en tres palabras: vital, sincera, honesta.

Y vamos con las preguntas:
QuiérOme mucho, ¿por qué ese título?
QuiérOme mucho es un recordatorio a todas aquellas buenas personas que se olvidan de sí mismas para hacer felices a los demás y que obtienen indiferencia y abuso a cambio. Es una llamada de atención al hecho de que si nosotros no nos queremos, nadie lo hará y que es un tremendo error esperar a que la felicidad y el
reconocimiento a nuestra valía lleguen de fuera.

¿Por qué y para qué tendríamos que leer tu última novela?
Hay que leer esta novela para caer en la cuenta de por qué pasan las cosas, por qué la gente a la que ayudamos no nos responden como esperamos y hasta qué punto, es causa la energía que desprendemos y el mensaje que sin saber, vamos lanzando. Podemos cambiar eso pero antes hay que darse cuenta de qué está ocurriendo; leer QuiérOme mucho nos ayudará a tomar conciencia de la situación, si es la nuestra. Si por fortuna no tenemos ese problema o ya lo hemos superado, nos queda una preciosa historia de amor y amistad y muchas risas que tampoco está nada mal.

¿Qué importancia tiene el sentido del humor en tus novelas y en tu vida?
No consigo entender la vida sin sentido del humor. Me da mucha pena la gente que se juzga y juzga a los demás con demasiada severidad o dureza, la gente que vive amargada, la que disfruta con las desgracias ajenas y sobre todo, la que ridiculiza el sentido del humor y te acusa de «estar haciendo el tonto». No saben lo que se pierden.

En QuiérOme mucho, la protagonista Marina Valdemorillos da mucho, se entrega, prácticamente sin esperar nada a cambio, desde la abnegación y el lector es consciente del abuso. ¿Crees que una novela como esta puede ayudar a muchas lectoras a ganar en seguridad y en amor propio?
Estoy completamente segura. Siempre es mucho más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Si vemos lo que les pasa a Marina y a Adela, veremos con claridad si nos está pasando también a nosotros.

¿Has conocido a muchas Marina en tu vida?
Muchas, yo la primera. Además, la novela lleva una segunda dedicatoria a todas «mis Marinas» y seguro que he olvidado a alguna (pido perdón, por cierto).

Es imposible no cogerle cariño a tus personajes. ¿Podremos seguir sus historias? ¿Tienen continuidad?
Sí, claro, me encanta coger a mis personajes e ir metiendo sus narices en las novelas de otros. De hecho, a Marina la conocimos en Un féretro en el tocador de señoras y todo el mundo me decía el cariño que le habían cogido a ese personaje y que querían más Marina. Ya ves, por aquel entonces ya estaba escrito su libro. Habrá más…

No por casualidad, Marina se hace cómplice inseparable de Adela, su compañera de trabajo, dos almas gemelas en una relación de amistad incondicional. ¿Cómo definirías la amistad?
Soy Acuario, para mí la amistad es fundamental. Soy muy amiga de mis amigas, ellas lo saben, aunque voy siempre como un cohete y no tenga tiempo que dedicarles a diario. Y la amistad está siempre muy presente en mis historias. Siempre.

¿Hasta qué punto crees que el sobrepeso aniquila la seguridad de una mujer, cómo crees que le afecta a la hora de relacionarse?
El sobrepeso hay que mirarlo desde dos puntos de vista diferentes. El de la salud y el de la estética. Si tienes kilos que te hacen sentir mal, pero mal físicamente, no puedes respirar, tienes mal la circulación, etc, es algo serio que hay que tratar de mejorar. Pero si te sientes bien de salud, desde ya te digo que es una tontería acomplejarse por eso. Los kilos no aniquilan la seguridad de una mujer más que un pelo cochambroso, unas piernas torcidas o un pecho demasiado grande o demasiado pequeño. Son los demás los que intentan aniquilarnos apoyándose en esa «falta de perfección». Pero digo yo, ¿quién es perfecto? ¿Ellos, los que nos critican? Si te das cuenta, el que suele hacerte la vida imposible por tus defectos, es quien más te envidia y más te teme. Fíjate si no, en QuiérOme mucho cómo los ataques de Tati contra Adela son mucho más feroces desde que se huele que «alguien» está interesado en ella.

En tu novela hay amor, claro, pero en realidad, mucho más humor. ¿Te sientes una escritora atípica dentro
de la romántica?
¿Atípica? Puede. La grandeza de la romántica es la enorme variedad de posibilidades que ofrece, lo distintas que pueden ser unas novelas de otras. Y la verdad, es que a mí, lo de estar enamorada o en proceso de… me pone muy contenta, no lo puedo remediar.

Háblanos de tu faceta como actriz, ¿de qué modo crees que retroalimenta tu trabajo como escritora?
Ser actriz es otra manera de crear personajes. En cualquier caso, meterte en la piel de ellos es cosa tuya, nadie te enseña a «sentir» y a veces es muy complicado pero hacer lo mismo de 2 maneras distintas te mantiene «engrasado» y en forma.

También eres experta en resolución de conflictos, mediadora familiar. Lo que escuchas en tu día a día laboral, ¿te ayuda a escribir?
En absoluto, jajajaja. Tengo tan asumido lo del secreto profesional que conforme sale la gente por la puerta ya he olvidado cuál era su consulta. Jamás he escrito sobre un asunto del que haya tenido noticia como profesional pero sí me sirve para «confirmar» hipótesis y para darme cuenta que en la esencia todos nos parecemos mucho más de lo que creemos. Eso sí, la capacidad de algunos para complicarse la vida me asombra.

En la serie de TV 40ñeras, de la que eres protagonista y responsable de la novela en la que se basa el guión, abordas diferentes situaciones que podrían ser dramáticas desde el humor, ¿qué le pasa a una mujer a los 40?
La verdad es que a los 40, por más que la sociedad se empeñe, no ocurre absolutamente nada. La piel ha empezado a ponerse pocha ya antes, nadie se acuesta con 39 y se levanta a los 40 hecha un higo, es un proceso gradual y hay pieles con 50 y muchos que para mí las quisiera yo. Lo que pasa es que a partir de esa edad, y a los 50 aún más, la mujer se libera de muchas trabas tontas, disfruta, mira por ella, hace lo que quiere y se ríe hasta de su sombra. La sociedad se empeña en controlarla, ¿cómo? recordándole que ya no es una jovencita. Como si ese fuese nuestro único valor…. ¡Ay, que risa, Maria Luisa!

¿Qué es para ti la literatura?
Algo que se inventó hace muchos siglos y aún sigue haciéndonos soñar, de modo que imagina la fuerza que posee.

¿Qué lees además de romántica?
Me vuelve loca la intriga, el humor (difícilísimo y por tanto escaso), una buena histórica (el enigma histórico me chifla). La verdad es que si no tuviera novelas a mano me leería los listines telefónicos.

Desde un punto de vista de género, ¿qué piensas de la moda actual por la literatura erótica escrita por y para mujeres? ¿Es vanguardista o retrógrada para la situación de la mujer?
No me voy a poner esnob y a criticar que si la erótica es buena o mala, si salva matrimonios o no; eso se lo voy a dejar a los que disfrutan discutiendo por todo. Te diré que cualquier moda que lleve a leer a personas que jamás lo han hecho, me hace quitarme el sombrero. Sé de quien empezó con las sombras, devoró a continuación toda la erótica que se publicó al rebufo de Grey y que ahora, ya saturadas, están adentrándose en otros géneros porque han probado el inmenso placer de la lectura y ya no pueden dejarlo. ¡Ole por eso! Lo que sí me gustaría es que las que implantan modas en España no tuvieran que ser siempre extranjeras, que seamos un poco más como los guiris «que lo suyo es lo mejó».

Nota: Gracias a Ediciones Versátil por facilitar la posibilidad de ofreceros esta entrevista.

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