Tom Cruise es una superestrella del cine. No lo digo por la cantidad de películas que ha protagonizado, casi todas ellas blockbusters y éxitos de taquilla (que también) Lo digo porque es una estrella dentro y fuera de la pantalla, y demuestra su profesionalidad en todo momento. En el preestreno de “Jack Reacher” estuvo haciéndose fotos, firmando autógrafos y charlando con los fans y la prensa casi dos horas en una tarde bastante fría y desapacible en el centro de Madrid, sin rechistar. Eso es una estrella de cine, y no aquellos que se escudan tras un ejército de guardaespaldas alegando motivos de seguridad para no acercarse a los fans, o aparecer mucho más tarde de la hora indicada para un acto.
Pero además de ser profesional, tiene ojo para elegir los proyectos en los que se involucra como actor, productor o ambos. Y con “Jack Reacher” ha vuelto a acertar, y lo hace en las dos facetas. Además se rodea de secundarios que aportan sin quitar protagonismo al héroe: por una parte, Rosamund Pike, partener de Cruise con la que mantiene esos momentos de tensión sexual; y de otra, el gran Robert Duvall, que con más de ochenta años continua dando lecciones de interpretación.
Reconozco que fui a verla pensando que “Jack Reacher” se trataba de una peli floja, pero nada más empezar vi que me había equivocado, y me vi sorprendido por la historia: un tirador empieza a disparar a gente que pasea de manera aleatoria. Al poco tiempo la policía detiene al único sospechoso, que en su defensa sólo pronuncia un nombre: Jack Reacher. Y a partir de allí el Sr. Cruise construye un personaje basado en las novelas de Lee Child.
Estamos acostumbrados a ver a un Cruise atlético, que puede enfrentarse a cualquier reto físico y superarlo sin problemas (cualquiera de las películas de la saga “Mission: Impossible”, “Noche y día”, “Minority Report”), pero en “Jack Reacher” nos muestra un personaje mucho más resolutivo y contundente, un ex militar con una forma de vida peculiar, que te podrás creer o no, pero no es la cuestión, porque lo importante es disfrutar de la historia sin entrar a discutir en el origen: para eso ya tendrás tiempo cuando salgas del cine y comentes la peli.
Ayuda mucho al conjunto el ritmo vertiginoso, que sólo se reduce en momentos muy específicos, pero que para que no decaiga la trama mezcla con momentos más o menos cómicos que no se esperan de una película de acción como esta. Y también ayudan, en general las escenas de acción: tiroteos, peleas de todo tipo, persecuciones espectaculares (el sonido de la persecución en coche es espectacular) y una escena final muy bien coreografiada y medida.
En definitiva, un resultado muy bien pulido con el fulgor de una gran estrella que desborda carisma por los cuatro costados, que nos trae una peli de palomitas y refresco con la que disfrutar (siempre sin molestar a las personas de al lado), que para eso tenemos el cine.
Valoración: 7,5/10
Lo mejor: La solidez del conjunto; el sonido en la persecución de coches.
Lo peor: Puede que le sobren 15 minutos; que habrá que esperar para una segunda entrega
Alternativas: El caso Bourne con memoria; NCIS: Los Ángeles mezclado con CSI.
Manuel Millán Sama
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