Carrie es de otra época. Aquellos tiempos en los que el terror era más exigente argumentalmente a costa de unos efectos especiales sin importancia. En la época actual vivimos en una constante vorágine de películas de terror, cada vez más efectistas y de mayor calidad visual, pese a contar historias también cada vez más fantásticas de muertos vivientes, fantasmas y monstruos.
En los 70 era muy diferente. No se contaba con la tecnología actual, por lo que el peso de la narración dependía de un guión realista y creíble, que provocara escalofríos en el espectador pensando que a él mismo podría pasarle.
Los efectos, si ya algo deprimentes en la época, actualmente pecan aún más de mediocridad. No obstante, Carrie, que basa su terror más en el drama social que en los poderes de la protagonista, apenas muestra efectos especiales y éstos son bastante aceptables incluso hoy en día.
La historia, que por cierto es una de las más vistas y contadas durante Halloween, narra el acoso de una adolescente por parte de sus compañeras de instituto, mientras en casa está sometida a la estricta creencia religiosa de su madre, quien la maltrata física y psicológicamente ante cualquier acción que realiza Carrie, pues todo lo cataloga de pecado.
Si el film se quedase aquí y se estrenase en la actualidad, sería una clara denuncia del acoso escolar existente, así como los graves problemas familiares de personas cegadas por un extremismo religioso.
Pero Brian De Palma contaba con los elementos sobrenaturales que Stephen King aportó a su novela original, la imparable telequinesis de la protagonista, que le permite mover objetos, hacer estallar el cristal y, conforme lo va dominando, consigue inmovilizar a una persona e incluso provocar un auténtico apocalipsis a su alrededor.
Estamos hablando de 1976 y de que nadie antes se había atrevido con unos temas tan escabrosos en la misma película, pero hace muy poco pudimos ver una trama similar en “Chronicle”, donde unos jóvenes adquieren poderes de telequinesis por acercarse demasiado a un supuesto material extraterrestre (véase con este ejemplo la necesidad actual de avalar con elementos sobrenaturales cualquier alteración de la realidad).
El director, sin embargo, nos ofrece una visión de Carrie muy tímida y superada por los hechos a su alrededor, excepto precisamente por el descubrimiento de la telequinesis, sobre la que busca y encuentra información en una biblioteca y lo asume como una habilidad natural, poco corriente, pero absolutamente factible. Y, nosotros, como espectadores, la acompañamos en este pensamiento gracias a la naturalidad con la que se nos explica.
Bulling escolar y poderes telequinéticos no conjugan bien y la joven, tras una pesadísima broma, pierde totalmente la razón y se convierte una especie de Magneto cabreado arrasando con todo lo que tiene por delante.
Y, a pesar de que muchos ya habréis visto la película, os decimos de pasada que si esto os parece atractivo, imaginad la que se monta cuando llega a casa empapada en sangre, ida totalmente y con una madre extremista fuera de sí porque le han desobedecido, ya que ella le suplicaba a Carrie no asistir a la fiesta de fin de curso, que más tarde se conocería con el nombre de Armageddon por los desastres que provoca en ella.
Centrándonos en las interpretaciones, la joven Sissy Spacek es perfecta en la interpretación de Carrie White. Tímida, asustadiza, totalmente inocente a la vez que desconfiada y, cuando se transforma, el momento más importante de la película, muestra una locura en los ojos, una forma de andar aterradora, una determinación firme e inflexible, que parecen dos actrices distintas. Sin duda Brian De Palma supo cómo sacar lo mejor de la actriz con este papel que le valió la nominación al Oscar como mejor actriz.
Sin duda, quien también clavó su papel de madre paranoica fue Piper Laurie. Recientemente Julianne Moore comentaba en una entrevista lo difícil y complejo que le había parecido este papel, que interpretará ella en la adaptación que Kimberly Peirce ha preparado, con estreno en Marzo de 2013.
Una mujer tan loca como creíble, que debe transmitir al espectador que tiene una fe inquebrantable en lo que hace, y que los castigos inflingidos a su hija son por su bien. Si no fuera por el papel de Carrie, la trama bien podría haberse centrado exclusivamente en ella y convertirse en un icono del cine de terror, pues su rama psicótica no está realmente escondida.
Del resto de personajes es curioso ver a un pre-Grease John Travolta, y a los desconocidos Amy Irving, Betty Buckley, William Katt o Nancy Allen, que luego alcanzaron fama internacional. Todos son bien manejados por De Palma hasta conseguir caracterizaciones creíbles, odiosas en la parte de los acosadores, dramática por parte de quienes defienden a Carrie.
No obstante, la interpretación de Spacek es inmejorable, técnicamente perfecta y probablemente una de las mejores en cine de terror hasta la fecha.
Valoración: 9/10
Lo mejor: El terror natural que se palpa desde la primera escena en las duchas, donde ya se ve venir una tragedia irremediable.
Lo peor: La breve extensión de la novela no fue ampliada por De Palma, lo que la convierte en una cinta de corta duración y, por lógica, poco dada a profundizar en subtramas y personajes más allá de lo meramente formal.
Alternativas: Chronicle presenta una temática similar. El Resplandor es otra obra con una base más realista de lo que estamos acostumbrados y que transmite un terror que cala en el espectador.
Fuente imágenes: Página de Carrie en Facebook
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