Jason Statham confesó en una entrevista en relación al film “Asesinos en serie (Killer Elite)”, que las películas que a él más le gustaba realizar eran las que se presentaban como cine de acción para adultos. Es decir, nada de socarronería, ni explosiones exageradas o tramas y situaciones imposibles. Acción realista, dura y con personajes no del todo del agrado popular.
Aunque el actor nombró «The Bank Job» como exponente de este cine de acción serio, «Blitz» también podría enmarcarse en este subgénero. El nombre de la película hace referencia a un asesino en serie que está eliminando a policías por una razón desconocida, con absoluta brutalidad y prácticamente sin esconderse, en plena calle y a cualquier hora del día.
Elliot Lester se estrena en el cine de acción de forma notable con este título, tras conseguir un premio en el Slamdance Film Festival de 2006 con su anterior trabajo “Love is the drug”. Blitz transmite el realismo y la dureza que hemos mencionado antes, con un Statham 100% Statham, representando a un policía muy duro, algo alejado del popularismo aceptado de Harry el Fuerte de Clint Eastwood, y más cercano al justiciero Charles Bronson. Tom Brant, a quien personifica Statham, es, no tiene otra palabra, un auténtico cabrón. No duda en patearle el culo a quien sea necesario para hacer cumplir la ley y la moviliza siempre a su beneficio propio, sin llegar directamente a ser corrupto. Pero si la justicia no sentencia a un delincuente, él no tiene ningún escrúpulo en hacer de juez y verdugo.
En la película tiene pocos amigos, un inspector prejubilado por la reciente muerte de su esposa, una joven policía drogadicta y el nuevo inspector (Paddy Considine), un homosexual odiado por todos sus compañeros, más metódico que Brant, pero con principios muy similares.
Es cierto que la vida real puede que sea así de dura. Puede que incluso peor. Pero esos factores trasladados al film no benefician en una complicidad espectador <–> protagonistas, más aún si la desarrollada entre protagonistas <–> protagonistas no llega a cuajar del todo. Ya sea por debilidades del guión o porque en pantalla Statham y Considine no congenian, lo cierto es que el espectador no llega a agarrarse al guión y dejarse llevar.
Por otro lado, la propia historia presenta un ritmo a golpes, con persecuciones y momentos de la mayor tensión imaginable para ofrecer una paz inquebrantable en el siguiente plano. Presenta historias inconexas con la trama principal y un final muy flojo a nivel dramático y estirado en exceso, buscando una frase o escena que termine como guinda de un pastel derretido de antemano.
Valoración: 5/10
Lo mejor: Nos quedamos con 2 escenas, la primera por su brutalidad y realismo como el asesinato que Blitz ejecuta en el piso de un agente de la ley, y en segundo lugar, por su fuerte ritmo y el acierto de utilizar The Qemists como banda sonora, en una gran persecución de Statham vs. Blitz.
Lo peor: El ritmo tan poco estable, y la debilidad de la historia quitan mérito a una película que podría haber dado mucho de sí.
Alternativas: Jason Statham estuvo acertado al decir que The Bank Job era una gran película para quien quiera ver cine de acción serio y para adultos, pero la de Asesinos de Élite no se queda atrás.