Alicia - CríticaHan pasado ya unos años desde que Alicia descubrió el País de las Maravillas y su recuerdo de tan misterioso lugar lo ha achacado a una pesadilla de la infancia que no para de atormentarle noche tras noche. Sin embargo, en el día de su pedida de mano (teniendo ya 19 años), un conejo vestido con chaqueta y reloj la conduce a la madriguera de entrada al Submundo que ella tanto se ha esforzado por olvidar.

Si Lewis Caroll levantase la cabeza, seguramente sería para sonreír al saber que su imaginativo mundo ha sido retratado por el mismísimo rey de la fantasía en el cine, Tim Burton. Walt Disney Pictures apostó por el director más adecuado para un mundo mágico y totalmente irreal que sólo una mente como la suya podría trasladar ante los ojos del espectador.

El País de las Maravillas, esta vez denominado “Submundo”, es en esta ocasión un territorio caótico y desolado, aunque no carente de colorido llamativo, en contraposición al mundo real, donde la claridad de las tonalidades refleja un universo carente de sentimientos e incluso de alma. Tim Burton ya está acostumbrado a esta contraposición de entornos. En “La novia cadáver” el mundo real era frío y oscuro, frente al inframundo, donde los muertos vivían en una juerga constante llena de luz y colores cálidos.

Pero mientras en esta película los muertos llegaban al mundo de los vivos, en esta nueva versión de Alicia, los seres fantásticos se quedan en el submundo, pues ya tienen bastante con preocuparse de los problemas que se les vienen encima. La Reina Blanca y la Reina Roja se enfrentan tal y como está escrito para decidir quién seguirá gobernando sobre los nada corrientes habitantes de este universo singular.

Según dice el destino, Alicia será el paladín de la corte blanca y tendrá que enfrentarse a un ser enorme y con muy malas pulgas, que representa al paladín de la corte roja. Por supuesto, antes de llegar a este combate final, la Reina Roja intentará por todos los medios capturar a Alicia y hacer gala de su famosa frase “¡Que le corten la cabeza!”

Para una excelente representación del Submundo Tim Burton cuenta con una impresionante tecnología en efectos especiales, nunca antes tan detallista para la ingente cantidad de secretos visuales que conforman cada escena. Los seres inanimados, aunque totalmente irreales, están creados con una fiabilidad sorprendente y gozan de una personalidad propia cada uno.

No obstante, los pesos pesados de la interpretación son los grandes protagonistas. Johnny Deep sirve de principal gancho comercial en el cartel del film. El actor fetiche de Burton borda su papel de Sombrerero Loco y, de nuevo, vuelve a demostrar su valía para interpretar a personajes desquiciados, aunque en el fondo es precisamente él quien conduce por el camino correcto a Alicia y quien le hace ver todas las posibilidades y consecuencias de sus acciones. Helena Bonham Carter está genial en su papel de Reina Roja. Es impagable ver su cara de mala leche dentro de esa cabezona blanca y cubierta de melena rojiza, mientras grita ¡Que le corten la cabeza! a todo bicho viviente que le lleva la contraria. Anne Hathaway como Reina Blanca pasa más desapercibida, pero su corazón frío y su falta de sentimientos, tanto violentos como amorosos, la confirman como un personaje digno de este Universo y muy bien retratado. Por último, Mia Wasikowska hace una interpretación correcta de una Alicia mucho más mayor que la del cuento original, a pesar de que su presencia sirve más de conducto de la historia que para aportar una personalidad original al personaje.

De hecho, aunque todos los secundarios hacen un papel importante en la trama, es el verdadero País de las Maravillas el verdadero protagonista de la película. El retrato de este mundo fantástico es técnicamente impecable. Si acaso sufre de falta de originalidad al tratarse de una secuela original sobre el cuento de Carroll. Pero a pesar de este inconveniente en su argumento, el ambiente creado sigue siendo insuperable para este cuento fantasioso.

Acompañando a esta riqueza visual, el sonido y la banda sonora sigue en la línea melódica del director, que aplica con maestría pinceladas musicales acordes con la situación dramática de cada momento.

Una película para toda la familia que, a pesar de que presenta una historia y un entorno mucho más adulto que al que estamos acostumbrados cuando vemos representada esta historia, es entretenido y está en equilibrio con los personajes, también más adultos y madurados, sobre todo la adolescente Alicia quien, a pesar de creer que está en un sueño, debe salvar obstáculos peligrosos y más serios que los de su infancia, aunque el espíritu de Carroll siempre esté ahí, junto al gato de Chesire y el Sombrerero Loco, tomando un té inexistente, mientras pregunta al conejo blanco si sigue siendo demasiado tarde para llegar a tiempo.

Valoración: 9/10

Alternativas: Técnicamente es la mejor película de fantasía jamás creada, pero en la temática le ganan por originalidad La historia interminable y Dentro del Laberinto. Para películas de fantasía actuales con unos efectos de infarto, no perderos Airbender o la saga de Harry Potter.

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