Una pareja deja una cámara en grabación durante una noche, para descubrir posibles actividades paranormales en su propia casa. La cámara grabó todo lo sucedido.


Visto en: Aullidos

Crítica de Paranormal Activity:

Se trata de la película de terror más rentable de 2009, posiblemente de la historia. La rodaron unos estudiantes o recién graduados en artes escénicas con recursos irrisorios. Tras unos pases de mínima gente, vieron el espectacular potencial que tenía la película y aprovecharon Internet para una difusión internacional del film.

De hecho, más que la propia película, lo verdaderamente reseñable es la extraordinaria campaña de marketing que realizaron, con escenas de gente en cines muertas de miedo, intercaladas con un tráiler acojonante.

Las consecuencias fueron las lógicas, enriquecimiento rápido, compra de una gran productora y, a partir de entonces, distribución en todas las salas de cine del mundo y secuela garantizada.

¿Cumple Paranormal Activity con la promesa de pasar miedo? La respuesta es sí. La película da miedo si realmente te la tomas en serio. No porque lo que ven tus ojos sea algo real, sino porque la escenografía está realmente conseguida. Con dos perspectivas de cámara, la de primera persona para planos de acción y diálogos, vamos la cámara en mano, y la de tercera persona cuando ponen la cámara en el trípode dentro de la habitación y precisamente el plano que más acción consigue grabar.

El secreto de la película es el guión y el ritmo. Una pareja sufre fenómenos extraños durante las noches como ruidos y golpes. Para grabar estos sucesos el hombre compra una videocámara de altos recursos para tener constancia audiovisual de estos sucesos inexplicables. La razón de que sean creíbles para el espectador no son los efectos especiales utilizados, sino la simpleza de los mismos: una puerta moviéndose, la chica levantándose inexplicablemente de la cama, ruidos de golpes… Ninguno de ellos es realmente fantástico y, para alguien incrédulo podrían ser totalmente explicables por causas científicas. Al menos hasta que la cosa se desmadra.

Un film de terror sólo es creíble si al plantearte en la misma situación que los protagonistas, crees que actuarías de la misma manera. El fallo de los slasher es que la mayoría de la gente no correría a una cabaña en medio del bosque a pedir ayuda, o se metería en un instituto a oscuras a ver si sucede algo dentro. Pero en Paranormal Activity los protagonistas actúan de forma lógica. Si hay un ruido en tu casa vas a ver y, frecuentemente, cometes el absurdo error de preguntar “¿hay alguien ahí?”, si crees que hay algo en una habitación contigua no la mantienes encerrada sino que, con cuchara en mano, entras en la habitación y enciendes enseguida la luz, por si te sirve de algo contra las fuerzas de la oscuridad.

Como único fallo en el guión de incredulidad podría comentarse la actuación del médium, cuya carencia de ayuda podría justificarse en que es un cobarde o un completo inútil. Pero dicha actuación también es necesaria para que sea la pareja quien se enfrente a lo que hay en la casa, completamente a solas, y sin posibilidad de huir.

Respecto al ritmo, es sorprendente lo acertado que está. Un aumento de la tensión constante, con parones lógicos que nos permiten respirar tranquilamente, hasta la última parte de la película, en la que no encontramos paz en ningún momento y toda la acción se dispara. Y sus aproximadamente 70 minutos de duración permiten que la cosa no canse y se nos haga toda la narración amena y para nada aburrida, pues hasta en los momentos más tranquilos, las conversaciones entre todos los personajes, cuanto menos, acojonan. Y es que, en la misma situación, posiblemente hiciéramos y diríamos todos lo mismo.

Lo mejor: El ritmo, un aumento constante de la tensión sin que la sensación de meido sufra altibajos.

Lo peor: Se echa en falta una mayor variedad de escenarios, la casa por sí sola no general suficiente claustrofobia como para ser autosuficiente.

Alternativas: La madre de todos los corderos en terror con cámara en mano es La bruja de Blair, que también supo aprovechar Internet para lanzar una campaña de marketing a escala mundial. En España se han rodado REC y REC 2, auténticas obras maestras del terror español y cuya fama ha provocado sendos remakes bajo el nombre de “Quarantine” en Estados Unidos. Ya en el terreno de la Ciencia Ficción, es más que recomendable visualizar Monstruoso, en la que unos jóvenes se ven encerrados en una ciudad asediada por un gigantesco alienígena, y aún así todo parece creíble.

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