¿Conocéis esas series que se llaman “Cazadores de mitos” o “Cazadores de fantasmas”? Encuentros paranormales propone seguir a uno de estos equipos de supuestas grabaciones sobrenaturales, pero a finales de los 90. Al parecer, antes de la moda actual de estos programas, existió una propuesta pionera que trabajaba de forma muy parecida. Llegaba al lugar de unos hechos donde la gente asegura escuchar ruidos, ver fantasmas, sentir escalofríos… Una vez allí, preparan sus artefactos tecnológicos, sus cámaras de grabación y son encerrados en el lugar hasta las 6 de la mañana.

Encuentros paranormales tiene dos motivos por los que merece su visionado. El primero de ellos, para nosotros, el mejor de ambos. Durante los primeros 40 minutos de película, el espectador puede ver cómo se prepara el programa, qué piensan los miembros del equipo, cómo falsean la información, incluso pagando declaraciones falsas o contando con expertos que no tienen ni idea de la materia, pero que se hacen pasar por profesionales.

Además los responsables exponen sus inquietudes, sus estrategias del capítulo y sus motivaciones para seguir grabando, para enfocar desde uno u otro ángulo así como para realizar sus monólogos delante de la cámara.

A partir de notar el primer elemento sobrenatural de forma clara, la película se transforma bastante. Obviamente, les pasó algo a los del equipo y las cintas, no se explica muy bien a pesar de la intro que lo intenta, llegan a una cadena de televisión.

El lugar en cuestión es un psiquiátrico abandonado en el que los pacientes vivían en condiciones infrahumanas y donde el médico jefe terminó asesinado, aunque dicha noticia no tuvo mucha repercusión en los medios, por el asesinato de un deportista famoso ese mismo día.

Los miembros del equipo de grabación se quedan atrapados toda una noche en el edificio y comienzan a ser asediados por los pacientes y un ente realmente malvado que, al parecer, sigue morando entre sus paredes.

El edificio en cuestión va metamorfoseándose para evitar que salgan de allí con vida y les ataca con todo lo que tiene, desde la claustrofobia y la oscuridad hasta pacientes poseídos, bañeras de sangre, objetos lanzados, explosiones, empujones, cortes en la piel, humo inquietante y hasta manos gigantes.

El surrealismo es infinito y ciertamente Encuentros paranormales saca provecho de ello. Sin embargo, se va volviendo demasiado fantasiosa. Al contrario que el referente original del género, La bruja de Blair, los elementos imposibles se muestran demasiado pronto y sin lógica ni explicación alguna, y así se mantiene hasta un final que si bien no se adivina, resulta decepcionante, pues carece de suficiente creatividad.

¿Por qué no se trabaja por unos finales diferentes? Paranormal Activity lo hizo y el éxito se convirtió en una de las sagas más rentables de la historia. ¿Por qué no se acoge a lo clásico, en lugar de a lo básico?

Bueno, quitando el principio, más didáctico en función de periodismo que terrorífico y el final, del que no debe esperarse nada nuevo, el contenido restante es interesante, tiene algunos sustos buenos y la tensión tiene el ritmo y el nivel adecuados. Nadie a quien le guste el género puede sentirse defraudado al ver Encuentros paranormales. Y, desde entonces, ver los programas de cazadores de fenómenos sobrenaturales, será una experiencia distinta.

Fuente imágenes: Grave Encounters en Facebook

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