Todo lector de cómics se ha hecho alguna vez la misma pregunta. ¿Y si fuese real? ¿Y si alguien se enfundara un traje, guardara el anonimato y ayudase a los demás?

Dave Lizewski también es lector de cómics y, desde luego, también se hace esta pregunta. Sólo que él responde: “¿Por qué no yo mismo?” Dave no está fuerte, de hecho es un poco flacucho. Tampoco tiene superpoderes ni sabe manejar armas o pelear. Compra un traje en Ebay, disimula con velcro 2 palos de acero y sale a patrullar. Como él dice, “sin un poder también hay una gran responsabilidad”.

Mientras él triunfa en YouTube por la grabación de aficionados, Big daddy y Hit Girl, dos verdaderos superhéroes con una habilidad extraordinaria con las armas (blancas y de fuego), luchan contra el crimen organizado del magnate de Frank D’Amico.


La historia la crearon los conocidísimos Mark Millar y John Romita Jr. para el sector del cómic, pero vendieron los derechos y Matthew Vaughn se encarga de dirigir, con producción de Brad Pitt, este gran proyecto que supone una adaptación perfecta de un cómic adulto a la gran pantalla, sin exceder en el “viñetismo” de otras producciones como Sin City (conste que no es crítica negativa a ésta última, sino un énfasis en su distinción). En Kick-Ass hay sangre, tacos, sexo adolescente y, sobre todo, mucho humor, tanto el corriente propio de las comedias que todos conocemos, como un humor negro de calidad. Por ejemplo, la madre del protagonista muere nada más empezar la película, pero no de forma tan traumática que obligue al protagonista a convertirse en superhéroe (véase el guiño a Batman y similares), sino que muere mientras desayunan en la cocina. El protagonista no consigue siempre salir airoso de sus batallas, de hecho a la primera de cambios lo apuñalan, atropellan y envían al hospital, gracias a lo que su sistema nervioso queda inutilizado y resiste el dolor más que una persona normal. El antagonista no es un poderoso supervillano, sino un compañero de clase que escoge un traje ridículo y algo afeminado. La pelea entre ambos es de todo menos un combate de acción.

La interpretación de todos los actores principales es sublime. Aaron Johnson es un semi-héroe con más personalidad que presencia. Chloe Moretz es la niña más carismática de Hollywood, y sus papeles en interpretaciones alejadas de lo corriente la están ensalzando de forma vertiginosa. Esperemos que aguante el tirón y de mayor se convierta en una poderosa diva del cine. En la película su papel mezcla encanto con mortalidad, algo magistral. Nicholas Cage cumple con nota su versión de padre machacado por el mundo y superhéroe martirizado. Es lo más parecido a El Castigador (The Punisher) en este Millar/Romita-universo. En el papel de malo, Mark Strong, algo forzado, si bien más por guión que por falta de talento interpretativo. Se convierte en digno enemigo de Hit Girl, cruel mafioso y padre desentendido, todo en uno con gran equilibrio escénico, algo nada fácil.


Kick-Ass huye de clichés y nos presente en su trama al superhéroe en pocos minutos. Al contrario que en otros films del género, no invierte un 40% de metraje explicando los orígenes y evolución del superhéroe, para al final mostrarlo con su traje más famoso. Kick-Ass es transparente y, como tal, se muestra así desde su primera batalla. Eso sí, va innovando constantemente en aparatejos y mecanismos de defensa o armas de destrucción masiva.


Un aporte importante al ritmo de la película, tan directo desde su comienzo, es incorporado por la nada sonora. Es juvenil, variada y gamberra, muy a tono con el film. La mejor escena, tanto por su base sonora como por su coreografía de acción es la siguiente que se muestra en vídeo, donde podemos ver a un todavía desconocido Kick-Ass, peleando a ritmo de The Prodigy, sin saber muy bien si da más que recibe:

Para Hit Girl, el tema “Banana Splits” describe perfectamente la inocencia infantil ya corrompida por un adiestramiento mortal y una incipiente rebeldía adolescente, en este red band tráiler de presentación del personaje (hay que estar logeado como usuario de YouTube de más de 18 años para verlo):

Todo está sujeto con firmeza. Un guión sólido, tan cerrado como abierto, igual que en los cómics donde las futuras historias puedan venir del detalle más insignificante, o de la lógica consecuencia del final de esta primera parte. La secuela está confirmada y el cómic, por supuesto previo, ya ha dejado ver sus 6 primeras páginas. Así pues, tendremos Kick-Ass todo lo que queramos. De nosotros depende que una película sobre superhéroes, hecha por amantes de los superhéroes, dedicada y pensada para lectores de superhéroes, siga siendo una realidad.

Lo mejor: El ritmo ágil, la personalidad de los protagonistas, la estética cómic.

Lo peor: La falta de poderes reales obliga a un mayor realismo, en ocasiones frustrante para el espectador. No debería ser excusa, pues Batman tampoco tiene superpoderes y su universo irreal se expande como la pólvora sin ninguna limitación.

Valoración: 9,5/10

Alternativas: Superhéroes hay muchos, pero el más parecido y también de mayor calidad cinematográfica es el mencionado Batman que nos ofrece Christopher Nolan. Como peli de culto sobre superhéroes reales, El Protegido con Bruce Willis en su representación y Samuel L. Jackson de antagonista es de obligado visionado. Para los seguidores de Hit Girl, la joven Chloe se puede disfrutar, esta vez con poderes sobrenaturales de la oscuridad, en el remake de Déjame Entrar (Let me In).

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