Vaiana es una joven de 16 años, hija del jefe de una tribu de la Costa del Pacífico, que desea que siga sus pasos. Ella, sin embargo, siente una conexión mística con el Océano, que comparte con su abuela. Cuando los arrecifes de coral comienzan a sufrir un extraño mal, la joven transgrede las normas de la tribu y surca el Océano en busca de un semidios llamado Maui, con quien intentar arreglar lo que está sucediendo. En el camino, sin embargo, ella encontrará lo que de verdad siempre había buscado: su propia identidad.
¿Os suena la fórmula, verdad? Es casi idéntica a la del resto de películas de Disney y, por extensión, de una gran mayoría de films de animación. Sin embargo, el secreto del éxito de Disney con sus películas no está en su originalidad, sino en sus personajes y en la calidad de la animación, principalmente. Y con Vaiana lo borda.
Vaiana & Moana: Nuevo caso de conflicto lingüístico
Antes de seguir vamos a identificar un problema que surge similar al de Zootropolis y Zootopia con Vaiana, originalmente conocida como Moana. De nuevo, un conflicto en los derechos de este término en territorios europeos obliga a un nuevo cambio de nombre, que se ha extendido a todos los niveles. En YouTube vivimos un auténtico debate sobre qué término es mejor. Nosotros no vamos a entrar en ello porque creemos que ambos recursos son carismáticos y atractivos. No obstante, la crítica se hace bajo el nombre de Vaiana.
Misma historia, mismos personajes, química perfecta
Igual que el argumento es conocido, también lo son los personajes en estereotipo. Vaiana interpreta la figura de la princesa, presentada aquí como una guerrera temerosa que aún está buscando su propio destino. Como todas las anteriores, rompe las reglas establecidas para darse cuenta, en realidad, de que su familia siempre le aconsejaba desde el corazón con el fin de obtener lo mejor de la vida para ella.
Maui, el semidios, es quizás el personaje más original de todos. Es el semidios capaz de usar un artefacto mágico para enfrentarse a toda clase de enemigos (que no hay demasiados en esta película). A grandes rasgos, podemos equipararlo al genio de Aladdin, mientras que la química con la protagonista, lo que a nuestro juicio es lo que mejor funciona, sería similar al visto en Zootropolis. Las referencias no son gratuitas, los directores Ron Clements y John Musker son creadores también de Aladdin y la cinta sigue el mismo planteamiento que la obra de animación digital de Byron Howard y Rich Moore.
En la parte paternal encontramos al padre reflexivo y protector y a la abuela cariñosa con cierta rebeldía en el fondo, que la acerca más a los deseos de la joven.
Por descontado, también tenemos al personaje gracioso, optando por un pollo que parece estar como una cabra, Hei Hei y un simpático cerdito salvaje, Pua.
Una nueva princesa con la responsabilidad que conlleva
Vaiana será la próxima princesa de Disney, sólo que no lo hará de momento con este título, sino como sucede también con otras «guerreras» como Brave, Pocahontas o Mulan, de forma rebelde, simpática y con cierta picardía.
Dado el exotismo de la película, es previsible que se convierta en el principal reclamo de estas Navidades. El merchandising y la increíble industria detrás de sus beneficios ya estará en marcha para que Papa Noel llegue cargado de muñecos, pinturas y accesorios de Vaiana acompañada del resto de protagonistas.
Internet, de hecho, ya ha comenzado a mostrar algunos retazos. Vaiana en el País de los Juegos se está convirtiendo en uno de los personajes más recurrentes y ya es posible disfrutar de algunas adaptaciones brillantes de la película.
Los juegos de puzzle son tan divertidos como siempre, mientras que el hecho de basarse en una protagonista con ropa isleña, motiva a disfrutar de los típicos juegos en los que cambiamos la ropa del personaje, que la maquillamos o incluso que montamos nuestro propio barco.
A destacar el juego que combina también personajes de Frozen, el gran último éxito de princesas de Disney en animación digital.
Una pobre historia que deslumbra ante los ojos de los espectadores
La historia, el planteamiento e incluso el humor o la acción, salvo un par de escenas excepcionales, en realidad conforman la parte más floja de la película. Estos directores parecen errar en el mismo caso que su anterior film, Tiana y el sapo.
Sin embargo, el espectador no se quejará porque estará asombrado de lo que ven sus ojos. La animación es la más avanzada hasta la fecha en el género cinematográfico. Los personajes optan por un tono caricaturesco que funciona perfectamente, pero los escenarios son hermosos, fotorealistas e inmejorables con la tecnología que disponemos el resto de los humanos.
A colación viene el hecho de que se ha dedicado 5 años en finalizar la película, tanto en lo que respecta a calidad de la animación, como en cuidado documental para una representación realista de este tipo de escenarios. Por ejemplo, es posible identificar hasta 60 especies vegetales representadas fielmente entre la flora que aparece en el metraje.
Por otro lado, el Océano, tanto como personaje secundario como por las escenas en las que se convierte en entorno omnipresente, está presentado de forma maravillosa, seductora, irresistible. Lo mejor de todo el apartado gráfico de la película.
A ritmo de Vaiana
La unión de los directores Ron Clements y John Musker con Walt Disney siempre está marcada por canciones formidables. Además, la recuperación de las bandas sonoras corales en la animación digital anima a que el sector siga creciendo. El auge de Internet, por otro lado, convierte algunos de los temas principales en hits internacionales.
En Vaiana tenemos a Auli’i Cravalho, Jemaine Clement o, en términos de originalidad al propio Dwayne Johnson (voz original de Maui) y su «Yo´re Welcome».
Junto a ellos, «How Far I´ll Go» es el tema estrella, que en España será interpretado por María Parrado bajo el título «Qué hay más allá».
Una aventura imprescindible, sin enemigos destacables
Probablemente los que sean más adolescentes echarán de menos enemigos carismáticos. Pongamos a un ser acuático por allí, un volcán con lava y a los indescriptibles piratas vestidos de coco… Y poco más. No está el famoso enemigo que conforma el sentido de un viaje tan animado, el villano de turno que quiere acaparar el poder o el traidor que desea vengarse secretamente. Disney opta esta vez por presentar a la propia aventura y a Vaiana como los verdaderos protagonistas de interés en el film, cuyo desarrollo personal y entramado narrativo serán los que conducirán a un final digno de las mejores películas del género de animación.