EVA - Prototipo
Los actores de EVA, el largometraje de ciencia ficción de Kike Maíllo, comentan sus impresiones sobre la película, que se estrenará el próximo 28 de Octubre de 2011.

CLAUDIA VEGA
EVA

Eva es mi primera película. En ella interpreto a la hija de David y Lana, una niña divertida, extravagante y lista a quien su tío Alex escoge como modelo para crear un robot.

Nunca antes había hecho nada relacionado con el cine y, de hecho, llegué a este proyecto un poco por casualidad. Yo iba a un esplai de verano, y el director era amigo de Mireia Juárez (directora de casting), así que un día vinieron y nos hicieron una prueba a todas las niñas de entre 9 y 12 años. Yo pasé cinco castings, pero no supe que iba a ser la protagonista de la película hasta el último, en el que pensé: “no sé, pero a mí me parece que voy a hacer esta película, porque tantos castings es muy raro”.

A partir de ahí, todo fue muy divertido. El rodaje sobre todo, excepto una ola de frío que hubo. Esos días pasé mucho frío, especialmente en las escenas que estaba estirada en la montaña, sobre la nieve. Pero en general lo he pasado muy bien haciendo Eva. Me he divertido mucho con Kike y con todo el equipo.

Espero que la gente se divierta viendo la película tanto como yo lo he hecho en el rodaje. Seguro que Eva les parecerá una película muy original, divertida, emocionante… ¡y con robots!

DANIEL BRÜHL
ALEX GAREL

Mi personaje en Eva es Alex Garel, un tío introvertido pero sin llegar a ser un nerd. Nuestra intención no era recrear un científico tópico, con gafas y paranoico. Es cierto que es reservado y que dedica mucho tiempo a sus estudios y su trabajo, pero tiene, en cambio, una relación muy especial con su hermano David. Sienten mucho respeto y cariño mutuo, precisamente por las cualidades de las que carecen y ven reflejadas en el otro: Alex admira de David su sentido del humor y su capacidad de socializar, mientras que David admira de Alex su coco y su talento.

A parte del interés que me despertó mi personaje en sí, cuando leí el guión de Eva me interesaron una mezcla de cosas. Por un lado, que fuese una película de género, ya que nunca antes había hecho una y porque, además, creo que es la primera que se hace con robots en España. Me parecía que toda la parte estética y visual iba a ser una apuesta interesante. Pero, además, me pareció un buen thriller con toques de triángulo amoroso que daba a la película un tono de drama clásico.

Para mí, rodar Eva ha sido como rodar mi primera gran película, y siempre hay una energía especial cuando uno hace su primera gran película. Después de la primera fase de calentamiento, de conocernos todos los miembros del equipo y de perder los nervios, realmente he disfrutado muchísimo de todo el proceso. Ha sido un placer trabajar con Kike Maíllo porque es un tipo muy listo y muy rápido que, en situaciones problemáticas, ofrece soluciones rápidas. Además, Kike te deja experimentar y te permite cambiar mucho las secuencias, no solamente una frase u otra, sino permite crear giros en secuencias que creíamos que se podían mejorar… y eso me gusta.

Así pues, puedo decir que estoy muy contento de haber participado en Eva porque ha sido una experiencia nueva. Es mi primera película de género (ciencia ficción) y veo que en España estas películas se hacen muy bien, son de una calidad increíble y al público les gustan, como El Orfanato o El laberinto del fauno que tuvieron mucho éxito. Cuando los americanos ven Eva piensan “cómo habéis podido hacer una película como ésta con tan poco dinero”. Cuesta creer que una película como Eva se haya hecho con un presupuesto de 5 millones de euros, ya que normalmente, en Hollywood, una película así cuesta mucho más.

MARTA ETURA
LANA

En Eva, yo interpreto a Lana, una chica inteligente, vitalista, extrovertida y muy apasionada por su trabajo.

El origen de los conflictos de la película se remontan a la época en que Lana, David y Alex eran estudiantes de robótica en la Universidad de Santa Irene. En aquel momento nos pidieron hacer un robot con una función social y nosotros decidimos hacer un niño, ya que a un niño debes educarle, enseñarle y darle mucho amor. Eso es lo que nos resultaba atractivo, pero también lo que empezó a generar diferencias entre Lana, David y Alex.

Este triángulo sentimental es muy interesante. Por eso, cuando recibí el proyecto de Eva me atrajo mucho la idea de trabajar con Daniel, así como rodar de nuevo con Alberto. Además, era un proyecto arriesgado en tanto que era diferente a todo lo que se hace en España, por el género que propone y porque permite que una película española pueda hablar sin ningún tipo de pudor del mundo de la robótica. Me parece muy interesante poder formar parte y apoyar proyectos nacionales que se atrevan con los géneros.

Todo el equipo de la película estaba tan entregado como yo. Los equipos jóvenes tienen algo maravilloso: la buena energía a la hora de trabajar, y el de Eva era joven y estaba muy motivado, alegre y generaba un ambiente muy fresco. Además, creo que la gente que viene de la ESCAC está muy bien preparada, con un gran conocimiento teórico y práctico, y eso me dio muchísima confianza. De entre todo el equipo destacaría al director. Ha sido un placer trabajar con Kike Maíllo, porque es una persona muy abierta, no sólo a lo que tú le puedas proponer sino a todo lo que sucede en el rodaje. Y eso me parece muy interesante en un director.

ALBERTO AMMANN
DAVID GAREL

Cuando recibí el guión de Eva lo que más me atrajo fue la historia y mi personaje, David, ya que coincidió con un momento de mi vida muy especial. Además, me apetecía mucho trabajar con Daniel Brühl y Marta Etura. En cuanto a Kike Maíllo, no le conocía antes, pero la primera vez que hablamos nos entendimos perfectamente. Todo ello me hizo ver que podía estar muy a gusto en este proyecto. No fue algo determinante que fuese la primera película de robots española, fue algo que enriquecía más el proyecto y que representaba un reto, pero por encima de todo estaba el equipo.

Y así fue durante el rodaje. Todo el equipo humano derrochaba amor constantemente, todos los días. Yo sólo estuve en el rodaje de forma intermitente, yendo y viniendo, pero cada vez que regresaba me encontraba con un clima de trabajo distendido, práctico, cariñoso y divertido, con momentos para la broma. Eso, además de ser muy saludable en un rodaje, demuestra el gran amor que se tiene por lo que se está haciendo.

Viendo esto, yo daba por hecho que era un equipo con una gran experiencia profesional y que habían trabajado juntos en numerosas ocasiones, pero me fui enterando de que para muchos de ellos éste era su primer o su segundo trabajo. Eso sí, todos se conocen, han estudiado juntos en la ESCAC y eso se nota: la confianza ha sido una gran herramienta de trabajo en Eva.

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