Una historia de amor verdadero, ese que dura toda la vida, es lo que “Sombras del Tiempo” nos ofrece, además enmarcado en una cultura tan diferente como lo es la India. Curiosa ubicación donde centrar el film, muy útil para el desarrollo de los acontecimientos pero que ayuda a entender que el amor, se disfrute o se sufra en cualquier parte del planeta, lo cierto es que es universal.
En “Sombras del Tiempo” veremos nacer y crecer la relación entre Ravi y Masha, dos niños de la India que se ven exclavizados en una fábrica de alfombras en la época previa a la Independencia. Entre ambos nace una profunda amistad que va más allá, hacia un sentimiento que aún ellos mismos desconocen pero que con el paso del tiempo descubrirán que es el amor.
Masha es vendida a un proxeneta y Ravi se ve obligado a permanecer en la fábrica sin poder comprar la libertad de la chica, así que ambos inician los caminos separados de sus respectivas vidas, que en determinados momentos del futuro se irán cruzando, gracias a la insistencia de los dos por reencontrarse a pesar de que el destino juegue en contra. Prometen desde el momento antes de la separación que acudirán cada noche de luna llena al mayor templo de Shiva de Calcuta, hasta que algún día puedan por fin reencontrarse.
Con el paso de los años Masha termina trabajando en un burdel de la ciudad. Ravi, por su parte, se convierte en un experto tejedor de alfombras, compra su libertad y se embarca hacia Calcuta en busca de su amor. Pero bien el destino, o bien decisiones tomadas cada vez por alguno de los dos, provocan que el encuentro entre la pareja sea imposible.
Con el fin de no caer en el absurdo, pues el fin está muy bien estructurado, Ravi y Masha consiguen reencontrarse en varias ocasiones, aunque no de la manera que desearían, lo que provoca que la relación entre ambos se convierte en un tira y afloja, limitado por la presión social y por la valentía, cobardía u orgullo de los protagonistas. Sentimientos presentes en todas las relaciones amorosas.
Y es que el gran protagonista de “Sombras del tiempo” es ese sentimiento que tanto se anhela, por el que tantas penurias se pasa, pero que a la vez puede ofrecer la mayor felicidad, como es el amor. La historia a la que asistimos es, en efecto, trágica, pero también conmovedora y, curiosamente, nunca abusa del drama ni de la lágrima fácil. No es una historia triste en sí misma. El espectador consigue empatizar con los protagonistas y aceptar, como ellos, la situación de cada momento, sufriendo la rabia de no poder verlos felices para siempre o maldiciendo cuando por azar o voluntariamente, se vuelven a separar.
Detrás de “Sombras del tiempo” hay un equipo técnico de lujo. Florian Gallenberger se estrena como director y guionista de un largometraje con esta película. Este profesional del séptimo arte alemán ganó en 2001 el Oscar al mejor cortometraje por “Quiero ser”. “Sombras del tiempo” obtuvo varios Premios Bávaros del Cine y su siguiente película “John Rabe” ha obtenido 4 Premios del cine alemán, la mayor distinción del país y siendo uno de ellos el de mejor película. Junto a Florian está como productor Helmut Dietl, quien estuvo presente en los Oscar por su película “Schtonk!”, nominada como mejor película extranjera.
Artísticamente tanto Tannishtha Chatterjee como Prashant Narayanann (Masha y Ravi respectivamente), están correctísimos en unas interpretaciones que tanto tienen que transmitir mediante gestos y miradas, pues el diálogo es sólo una parte más del acompañamiento de los amantes. Los Ravi y Masha infantiles trabajan estupendamente, con unas interpretaciones creíbles e intensas, pues las escenas que protagonizan son muy duras narrativamente hablando.
El film mantiene un ritmo perfecto, no cae en ningún momento en una lentitud extrema, ni acelera acontecimientos con el fin de encajar la trama en soluciones convenientes. Sí llega a ser algo exasperante las persecuciones entre la propia pareja que, de una forma u otra, terminan en una obligada separación de tiempo indefinido. Una vez pase, dos ya es casualidad, pero no poder estar juntos tantas veces por malentendidos o mala suerte es quizás demasiado extremo en una película tan comedida y humilde como sus protagonistas.
La ambientación es perfecta. La India queda retratada de manera muy realista y gracias al desarrollo de la historia podemos ver las diferencias entre nacer y vivir como pobre respecto a prosperar y convertirse en un rico empresario. Conocemos costumbres como la comida, el tratamiento de la muerte, las relaciones amorosas, la contínua negociación en regateos de cualquier producto, incluidas las personas… La película es dura por ser realista y realista porque no esconde la dureza de cada situación. Estereotipa eso sí algunos personajes sobre todo de carácter mezquino y egoísta, lo que no significa que no existan en esa y cualquier otro país del mundo. Todo es acompañado por una melódica banda sonora que acompaña al espectador por las aventuras sociales que experimentan Ravi y Masha, sin estridencias ni falsas esperanzas. Es una música que mezcla tradición y emotividad.
“Sombras del tiempo” es una película de amor muy bien construida. Puede que la historia sea nostálgica, puede que trágica también, pero todos los espectadores reconocerán que es una bonita historia y, si han conocido el amor, también sabrán reconocer en no pocas escenas y actuaciones las mismas intensas sensaciones que Ravi y Masha sienten cada vez que se miran, se tocan, se besan…
Valoración: 8/10
Lo mejor: El amor puro de la película no está endulzado, lo que permite disfrutar de una historia bien presentada a pesar de su carácter de pasión trágica. El retrato de la India es muy realista y traslada totalmente al espectador como si estuviera allí.
Lo peor: El socorrido uso de una separación de la pareja por malentendidos entre ambos o por puro caprichos del destino termina siendo irreal. Algunas decisiones de los protagonistas en momentos de la trama no son del todo comprensibles, aunque en la vida real tampoco serían imposibles.
Alternativas: “El extraño caso de Benjamin Button” presenta una historia de amor imposible entre una bailarina y un hombre cuyo cuerpo va al revés, nació siendo un viejo y va rejuveneciéndose conforme pasan los años.