AlimproFilms nos ofrece este viernes en su modalidad de Vídeo bajo Demanda un nuevo estreno, especialmente interesante desde el punto de vista de la historia cinematográfica. La última aventura de Robin Hood nos muestra los dos últimos años de la vida de Errol Flynn desde un punto de vista omnipotente aunque con un enfoque principalmente basado desde la perspectiva de la jovencísima Beverly Aadland.
Errol Flynn fue un famoso intérprete de las hazañas de Robin Hood en la gran pantalla, cuya vida estuvo marcada por el incesante ritmo que él mismo se imponía siempre en relación a fiestas, alcohol, drogas y muchachas jóvenes. Como era propio de él, murió en brazos de su última conquista, la mencionada Beverly con quien tuvo un romance siendo ella menor de edad.
En la película conoceremos la personalidad tanto de la chica, que se refleja como claramente enamorada de Flynn, así como del propio actor venido a menos y reacio a frenar lo más mínimo sus vicios, a pesar del precio que sabía que iba a pagar. A los tres se les une Flo Aadland, madre de Bev, quien es reflejada como una mujer interesada capaz de anteponer los intereses artísticos de su hija por encima de principios éticos arraigados tanto en aquella época como en la actualidad.
El film se mueve entre la inmediata muerte del actor hacia el pasado con vaivenes constantes que explican las reacciones de cada personaje en los distintos momentos de la narración. El metraje es rico en formato con variaciones de grabaciones desde el más actual en HD hasta una simulación de las cámaras en blanco y negro y en color que fueron testigo imperturbable de lo que acontecía en los viajes de Flynn y Bev por motivos de trabajo a Cuba y Kenia.
La última aventura de Robin Hood es una forma de ver el final de tan famoso actor, dejando a la pareja como enamorados víctimas de un trágico destino y al resto de personajes como humanos casi sin alma. Tenemos a una madre incapaz de ver detrás de su tupido propio interés; a un padre con cierto razonamiento que opta por abandonarlas en lugar de luchar por su hija o su matrimonio; a agentes y asesores de Flynn incapaces de anteponer la salud de éste a su beneficio, aconsejan pero no obligan a acatar.
La película goza de todo un aire de libertad e inocencia que sólo enmascara una realidad brutal en la que se baraja conceptos tan agresivos como la corrupción de menores, el consumo de drogas o el tráfico de influencias. Si bien los dos últimos delitos son bastante asumibles en el Hollywood del exceso, la relación entre el cincuentón y la pequeña de 15 años es escandaloso se mire por donde se mire. Que la madre accediese a ello es, posiblemente, más crítico incluso.
Este sentimiento es traspasado al espectador, en parte por la creíble actuación de todos los protagonistas y, sobre todo, porque está basado en un hecho real.
Kevin Kline es un perfecto Errol Flynn, su personaje es casi un calco del real tanto física como personalmente. Sus gestos, su mirada y su comportamiento saben transmitir ese incoherente estado de ánimo en forma de montaña rusa, desde la depresión hasta la mayor exaltación que el alcohol, las sustancias químicas y el deseo del amor pueden provocar.
Dakota Fanning está, sencillamente, perfecta. La joven transmite inocencia y amor en cada plano, sus diálogos están muy bien aprovechados y sabe dejarse llevar entre una actitud infantil y unas responsabilidades de mujer adulta. Posiblemente uno de sus mejores papeles.
Por último, destacamos a Susan Sarandon como una implacable madre protectora a duras penas con su pobre pequeña, de gran carácter pero una sed de poder, dinero y éxito que le nubla el sentido. La actriz sabe moverse en papeles complejos y roles incómodos, pero interpretar a Flo Aadland no es nada fácil. Desde aquí reconocemos el gran talento de esta ya consagrada estrella.
En definitiva, La última aventura de Robin Hood es recomendable para cualquier cinéfilo no sólo porque la historia de romance y tragedia sea interesante, sino también porque la película es un testigo infalible de los años 50 en Hollywood, de la forma de pensar, actuar y una oportunidad única para comprobar cómo la gente más rica de esa década se dejaba llevar hacia un final sin retorno. Errol Flynn dice en la película (y seguro que así pensaba) que vivía cada día como si fuese el último. Así lo hizo. Hasta el último día.
Nota: La última aventura de Robin Hood llegará a nuestro país el 5 de diciembre a través de la plataforma de Video On Demand, CineOnLine, que pone a disposición del público estrenos, sin pasar previamente por las salas de cine comerciales y a un precio de 2,99€: www.peliculasdecineonline.com.