Crítica: Anthony Quinn, Gregory Peck, David Niven y James Darren, entre otros, son un grupo de actores que fácilmente podrían hacer brillar cualquier película, pero lo logran con más intensidad si esta cuenta con una historia brillante y una realización casi perfecta. No es de extrañar, por tanto, que “Los cañones de Navarone” (1961) sea considerada una de las mayores historias de aventuras jamás rodada. De hecho, es el carácter de aventura lo que prima en el film y lo que la hace aún más sorprendente, teniendo en cuenta que la historia gira en torno a un tema bélico.
En la película se narra la difícil tarea del capitán Keith Mallory (Gregory Peck) y un equipo de cinco espías militares, cada uno con diferentes especialidades, que tiene como misión destruir los temidos cañones de Navarone para facilitar el rescate de 2.000 soldados aliados británicos que se encuentran sitiados en la isla de Keops. Pero lo que pone en tensión al espectador no son las escenas de acción militar, ni las estrategias para tener éxito en la misión que, lógicamente, tienen una gran importancia en el film, en realidad es la sensación de aventura y el suspense que se crea cada vez que los protagonistas intentan acercarse un poco más a los cañones.
Los seis pobres desgraciados tendrán que cruzar de incógnito el mar Mediterráneo, escalar un acantilado de más de 400 metros, esquivar al ejército alemán por todo el territorio griego, infiltrarse en la fortaleza de Navarone, destruir los cañones y, si tienen la oportunidad, salir con vida de allí. Viéndolo así, “Mission: Imposible” parece a su lado un juego de niños. Por supuesto, la misión traerá dificultades añadidas, como la enemistad entre los protagonistas y varias acusaciones de traición dentro del grupo.
Por si este magnífico guión no fuera suficientemente bueno, los actores que se encargan de interpretar a estos jóvenes desafortunados son de lo mejorcito de Hollywood. Gregory Peck y Anthony Quinn se encargan de personificar a los dos soldados más interesantes y decisivos del grupo. Junto a ellos, David Niven da la nota de humor que alivia ocasionalmente la tensión, pero en ningún momento se sitúa a la sombra de los dos anteriores. Los tres son el trípode principal sobre el que se apoya la película, y hay que decir que consiguen mantenerla a un alto nivel de calidad interpretativa.
Fecha de estreno internacional: 1961
Director: J. Lee Thompson
Actores: Anthony Quinn, Gregory Peck, David Niven y James Darren
Fuente poster: Página de Facebook
Tráiler internacional de The Guns of Navarone: