Hoy en día nadie duda de la rentabilidad de la saga Transformers, sea o no del gusto de la crítica y del público que acude en masa a ver cualquiera de sus entregas. Pero en 2007 nada estaba dicho todavía y, pese al talento de Michael Bay en la acción, aún tenía que demostrar que era capaz de mostrar en pantalla a robots transformables de forma tanto creíble como espectacular.
Con Transformers se inició la prueba de fuego. El argumento no era demasiado original. Unos alienígenas procedentes de Cybertron están buscando la chispa de la vida, un cubo de energía encontrado hace años por el tatarabuelo de Sam Witwicky, protagonista indiscutible de esta inicial trilogía.
Si bien la idea original sí tiene fuerza, al final todo se limita a la unión de fuerzas entre el protagonista masculino y los amigos extraterrestres, pese a la desconfianza militar estadounidense. Nada nuevo al fin y al cabo.
Lo que sí supuso toda una novedad fue la representación magistral de los Transformers en acción. Y, obviamente, no hablamos de las numerosas tomas de vehículos en formación, sino de cómo éstos se transforman en soldados imparables, sobre todo en las escenas a toda velocidad por la carretera.
Los efectos especiales de Transformers y el constante sonido metálico de cada movimiento se convirtieron en una constante dentro de la saga y un elemento icónico para los fans.
De toda la trilogía inicial, además, se contaba con más necesidad que nunca la historia tanto del protagonista como de su acompañante femenina. El primero demostró un carisma ineludible para enfrentarse a sucesos increíbles, como también a cualquier conflicto menor. Shia LaBeouf pasó con nota la prueba, pese a que su personaje carecía de una personalidad más fuerte, peso que curiosamente recayó tanto en Megan Fox como en Josh Duhamel, que hace de soldado profesional.
Debemos destacar aquí a Megan Fox por ser éste uno de sus primeros papeles que la catapultaron a la fama, al mismo tiempo que le permitía combinar estilo sexy y capacidad interpretativa. Su personaje es el de una joven fuerte con pasado delictivo y capaz de acompañar a Bumblebee en una carrera suicida contra el enemigo. Shia LaBeouf sin embargo sólo hace que correr y chillar durante todo el metraje relativo a las escenas de acción. Lamentablemente no sería hasta la tercera entrega cuando viéramos una evolución de su personaje.
Visto con el tiempo la presencia de Megan Fox se antojaba más lógica que en un principio, donde parecía una mera comparsa decorativa. Al contrario, Fox participa en el relato, lo hace evolucionar y pone su granito de arena en la batalla contra los Decepticons.
El resto de personajes son meros estereotipos del cine de acción que sólo con las siguientes entregas encontraron una evolución lógica. Por su parte, los enemigos, son temibles desde el primer segundo. Uno se pregunta si realmente el film perdería interés de no presentarse ningún humano y limitarse al rodaje de escenas de acción. Aquí Michael Bay demuestra por qué es uno de los mejores directores del cine de acción. Su experiencia en videoclips nos ofrece unas tomas únicas, de gran rapidez en el montaje y una acción que no decae en ningún momento, ni en espectacularidad ni en catastrofismo, primando sobre todo explosiones, tiroteos y golpes entre los titanes de Cybertron.
Transformers es el inicio. Es donde todo comenzó. Y la verdad es que es un buen principio.
Cartel: IMP Awards