Ben Stiller y Eddy Murphy en una misma película es un arma de doble filo. Para empezar, es un gancho promocional sin precedentes, los dos actores atraen a multitud de cinéfilos y llenan muchas veces las salas donde proyectan sus últimos estrenos.
Por otro lado, ambos actores han sido en varias ocasiones acusados de estar encasillados en comedias fáciles, de discutible gracia en el caso de Stiller y demasiado familiares en el caso de Murphy.
Quizás lo que más jugó en contra de “Un golpe de altura” fue, de todas formas, que en ningún momento se deja de hablar de comedia, cuando en realidad estamos ante una película de suspense intenso, muy en la línea de Ocean’s Eleven, aunque con un estilo muy particular.
Stiller y unos secundarios de auténtico lujo, trabajan en La Torre, uno de los hoteles más caros de la ciudad, donde sus huéspedes pagan millones de dólares por alojarse en ellos y, sobre todo, por un trato excelente del personal. El propietario es acusado de estafa y, entre otros, ha robado las pensiones de todos los trabajadores de La Torre. Unos cuantos de estos currantes son despedidos tras un ataque de ira contra el jefe y deciden robarle 20 millones de dólares que saben que tiene escondidos en su ático de La Torre. Para ello, además del conocimiento de cada uno de ellos en varias especialidades, así como del propio edificio, cuentan también con la ayuda de un maleante de poca monta (Murphy), que pueda enseñarles todo lo necesario para llevar a cabo un robo con éxito.
El equilibrio entre Stiller y Murphy en pantalla es perfecto, ambos son titanes de la interpretación y casan perfectamente sus papeles delante de la cámara, con personajes muy distintos y, a la vez, tan parecidos entre sí. Por otro lado, ellos solos no conseguirían soportar el peso de toda la trama y los secundarios se sitúan a muy alto nivel en cuanto a roles de apoyo, donde seguramente guionista y director han sabido mostrar su valía.
“Un golpe de altura” tiene momentos cómicos, pero son simples retazos a una base de suspense que gira en torno a un robo imposible, con algunos giros de guión que añaden intriga y a unos momentos de tensión inesperada en una película de estas características, como la escena colgados en las ventanas del rascacielos o montados en un coche encima de un ascensor que sube hasta el ático sin remedio.
El drama hace cierto asomo al principio del film, pero es rápidamente desechado, como si de una mala idea se tratase. No obstante la intriga mantiene el “para todos los públicos” que resta la posibilidad de añadir algunos toques más radicales a la película, totalmente previsible.
Sin duda, el film entretiene. La banda sonora a cargo de Christophe Beck es bastante buena, aún a pesar de sus similitudes con la saga “Ocean’s”, pero es que todo en la película es similar, desde la preparación del robo hasta la consecuente huida del lugar de los hechos.
De todas formas sí tiene algunos puntos originales, como las pruebas de Murphy a todos sus socios para demostrar su valía, o el papel que este mismo actor interpreta, muy alejado de lo que nos tiene acostumbrado. Y Stiller, lejos de la comedia fácil, nos muestra una personalidad más dura y realista, alejada de payasadas aunque todavía de cierto aire infantil, pero sin duda uno de sus mejores interpretaciones.
Valoración: 7,5/10
Lo mejor: Lo sorprendentes que aparecen los actores principales y el componente de intriga intensa que ofrece el film.
Lo peor: La previsibilidad de guión y cierto aire de “para todos los públicos” que limita sobremanera el guión.
Alternativas: La mencionada Ocean’s es la saga más similar que podemos encontrar, aunque con ladrones mucho mejor preparados.