Soy un gran fan del videojuego Fallout, que propone una historia en el universo más deprimente conocido tras una devastación nuclear. Es por ello que me ha fascinado la multitud de similitudes encontradas entre el film de Xavier Gens y este popular título de consolas y PC.
The Divide propone una historia tan simple como contenedora de un gran potencial de explotación. En una ciudad indeterminada (aunque por los rascacielos debiera ser estadounidense), se sufre un ataque con bombas nucleares. La película comienza así, brutalmente, frenéticamente, con la adrenalina a tope.
Los inquilinos de un inmueble corren desesperados a las calles pero, al entender su error, los que reaccionan más rápido consiguen bajar al sótano donde el encargado de los alquileres ha construido un búnker anti nuclear y, a pesar de sus negativas, consiguen entrar a la fuerza y resguardarse de las explosiones.
Una vez en el búnker los protagonistas, obviamente nada satisfechos de su situación, deben hacer frente a dos enemigos. Por un lado la posible radiación que puede afectarles de formas inimaginables y, además, la incursión de un equipo de rastreo ¿amigo o enemigo?
Xavier Gens propone con The Divide un film post apocalíptico de los que más me gustan, dado que mezcla claustrofobia con radiación, todo llevado de la mano de una degeneración moral de los supervivientes que los hace convertirse en lo que en el videojuego mencionado es considerada la tribu más salvaje del Yermo, esto es los Chacales, seres despreciables, capaces de cualquier acto, delito o agresión con tal de combatir su ira interna.
Encontramos en The Divide 2 facetas realmente interesantes. Por un lado la acción, ofrecida de forma correlativa y con largas pausas entre una escena y otra, para enfatizar el sentido de ciencia ficción depresiva que Gens quiere transmitir. Sin embargo, cuando aparece, la acción es un elemento sobresaliente, muy por encima de films del sector. Ya sea por luchas internas o por agresiones del exterior, el ritmo es frenético. Se agradece que en lugar de jugar con el espectador, la desesperada situación de los supervivientes sea tensada al máximo desde casi el principio, con una incursión desde el exterior hacia dentro a los escasos 20 minutos de comenzar la película. Tras ella, los personajes comienzan su evolución hasta límites insospechados.
Valga decir que algunas escenas son duras, la parte más desagradable (moralmente) de la película y que no será apta para todas las mentalidades. Sin embargo, ayuda sobremanera a entender por qué un vecino abogado termina haciendo el perrito para conseguir una lata de comida o por qué la temerosa madre de una niñita acaba siendo el juguete sexual de todos los integrantes más desquiciados del grupo.
En segundo lugar, destacamos los elementos de ciencia ficción. Son detalles, pero que encajan perfectamente en el conjunto del film. Las armas del exterior son totalmente futuristas, los efectos de la radiación parecen creíbles y la escena final es una gloriosa alabanza al entorno post apocalíptico de Fallout con armadura de servocasco incluida. Cualquier jugador verá las similitudes.
De entre todos los protagonistas alabamos sin duda a la actriz Lauren German, quien ya repuntó por su papel en Hostel II y que parece que es capaz de adaptarse a entornos sucios y claustrofóbicos con un equilibrio perfecto de acción y drama en su interpretación.
Por supuesto, Michael Biehn, quien nos salvara otrora del Terminator más temible y de un grupo de Aliens, mantiene el tipo entre unos vecinos cada vez más desquiciados, hambrientos y contaminados. Su papel es el más complejo a nivel de personalidad y el actor cumple a la perfección con lo que se exige de él.
Por último, destacamos a Milo Ventimiglia, que debería plantearse seriamente encabezar protagonistas villanos, dada su ambivalencia ante la cámara, que lo convierte en un rival inesperado y con una capacidad de actuación por encima de la media.
El conjunto de The Divide como un film gloriosamente post apocalíptico, depresivo y opresivo a un mismo tiempo, se completa con una banda sonora que corre a cargo de Jean Pierre Taieb, quien consigue con el tema principal Running After My Fate una evocación del infierno terrenal más realista que podamos imaginar.
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Texto: Estrenos Cinema
Póster: The Divide en Facebook
Stills: Content Media Corp.
