Megan Fox es una actriz estadounidense nacida en 1986 cuya fama comenzó a un nivel internacional e imparable a raíz del estreno de Transformers (2007). Haciendo una retrospectiva a toda su carrera, nos preguntamos si la actriz y también modelo sería capaz de triunfar sin Michael Bay. Os explicamos por qué nos planteamos esta cuestión.
Las dos películas de Transformers fueron un éxito. La secuela en 2009 presentó el mismo personaje para Megan, una joven con más ganas de pasarlo bien que de estar atenta a sus responsabilidades y sin ninguna opción de ser una gran heroína durante el metraje, papel que se le deja a Shia Labeouf.
En pleno rodaje de la tercera entrega de Transformers, Megan Fox discutió con Michael Bay. Ya en la segunda entrega éste le instó a engordar más de lo que la actriz consideraba permisible y tuvieron una buena bronca. En la siguiente ocasión fue la dura actitud del director respecto a la actriz lo que motivó que la relación entre ambos se rompiera. Posteriormente a la película, el reparto se volcó con la actriz y defendió su postura argumentando que Michael Bay era un director duro y exigente, que pocas veces permitía a los artistas hacer más que seguir sus órdenes, sobre todo si se trataba de mujeres, de las que su principal objetivo era explotar la sensualidad. Nosotros, fieles seguidores de films como Dos policías rebeldes II y Dolor y Dinero, desde luego no notamos esto en los intérpretes.
Independientemente de que así fuera o no, Megan Fox, como es lógico, continuó su carrera con otros directores. La segunda de Transformers la combinó con Jennifer’s Body, donde interpretaba a una joven estudiante que era poseída por un demonio psicópata. Las críticas negativas no cabían entre las escuetas páginas de la crítica impresa. Otros defensores de la actriz argumentaron un papel demasiado plano y alejado del interés del espectador.
Probó suerte en 2010 con Passion Play donde de demonio pasa a convertirse en ángel. La película se estrenó en 2 cines y posteriormente fue lanzada en DVD sin demasiada repercusión. Previamente y ese mismo año se estrenó Jonah Hex, una aventura de acción y fantasía. La crítica se cebó con ella, hay que reconocerlo, pero es que el film no hay por dónde pillarlo.
¿Es mala actriz Megan Fox? Nosotros creemos sinceramente que no, pero realmente debería contratar un manager que le consiguiera papeles con los que proyectar una imagen acorde a su verdadera personalidad, mucho más tranquila y tímida que lo que las revistas se afanan por transmitir.
Casi lo consigue en Friends with Kids, una humilde comedia romántica de 2011 en la que la crítica aplaudió el papel de Megan Fox por su humanidad y su soltura ante la cámara. En 2012 también participó en la comedia romántica This is 40. El resultado, pasable, buena interpretación y un conjunto aceptable.
En 2014 ha reanudado su relación profesional con Michael Bay, parece que los problemas del pasado se han olvidado o se han perdonado. Será la actriz protagonista de Las Tortugas Ninja 2014, todo un éxito asegurado, caballo ganador imbatible en taquilla cuando se estrene. ¿Pero es la decisión correcta para Megan Fox? Ciertamente ganará reputación y recuperará un estatus económico de súper estrella de Hollywood. Su decisión posterior (sin contar las predecibles secuelas) de qué películas protagoniza, marcaran un futuro en el que se le valore por su talento o por su cuerpo. Ella decide.
Imágenes: Megan Fox en Facebook
